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Estudiantes de La Plata aseguró cupo para la final del Mundial de Clubes

El equipo de futbol Estudiantes de La Plata de Argentina aseguró hoy un cupo en la final del Mundial de Clubes de la FIFA en Abu Dabi al vencer 2-1 al Pohang Steelers de Corea del Sur en su debut en la competición.

De ese modo, el equipo sudamericano definirá el título mundial frente al ganador de la otra semifinal que disputarán el miércoles el Barcelona de España -campeón europeo- y el ganador del título continental de la CONCACAF, el Atlante mexicano.

«Va a ser un partido bárbaro, con dos equipos dinámicos que buscan el arco. Sin menoscabar al Atlante, el favorito es el Barcelona», sostuvo tras el encuentro el técnico de Estudiantes, Alejandro Sabella.

Los dos goles de Estudiantes fueron obra del centrocampista Leandro Benítez, uno de tiro libre en el tiempo adicionado del primer tiempo y otro al inicio de la segunda etapa, a los 53 minutos.

«Es un triunfo importante, queríamos llegar a la final. Estamos entre los dos mejores equipos del mundo», dijo todavía en la cancha Benítez, elegido como el jugador del partido.

«Al principio fuimos superiores, después ellos manejaron la mitad de la cancha y nosotros no pudimos mantener el nivel», agregó.

El descuento para el Pohang llegó a los 70 por intermedio de su goleador, el delantero brasileño Denílson, cuyo tanto fue convalidado pese a que estaba en posición adelantada.

En un vibrante encuentro en el que el equipo de Corea finalizó con ocho jugadores por tres expulsiones -incluido su arquero- y con Denílson atajando, Estudiantes estuvo lejos de brillar pero le alcanzó para ser más que su modesto rival.

BENITEZ, LA FIGURA

Benítez puso en ventaja al campeón de la Copa Libertadores de América en el segundo minuto de descuento de la primera mitad, con un tiro libre llovido que no tocó en nadie pero confundió al arquero rival.

El segundo gol del mediocampista zurdo se produjo tras un centro cruzado desde la derecha de Enzo Pérez que él conectó con su pierna más hábil en el segundo palo y que ingresó al arco pese al esfuerzo del defensor Kim Jae-sung.

Respecto a la pregunta sobre si prefería enfrentar al Barcelona o el Atlante en la final, Benítez respondió: «A cualquiera. Nosotros estamos en la final, eso era lo que queríamos».

Hwang Je-won fue el primer expulsado del equipo asiático a los 56 minutos, mientras que Kiam Jae-sung vio la tarjeta roja a los 72. El otro que se fue de la cancha antes del final fue el arquero Shin Hwa-yong a los 78 por una falta contra un rival fuera del área.

«La FIFA pena mucho la fuerza desmedida en la búsqueda del balón», dijo Sabella sobre las expulsiones.

Estudiantes no pudo controlar bien el balón durante la primera mitad del encuentro, y llegó al área adversaria principalmente a través de centros y jugadas de pelota parada.

De todos modos, la falta de fluidez del juego del equipo argentino tuvo mucho que ver con las continuas faltas cometidas por los jugadores coreanos, que en el segundo tiempo se tornaron mucho más violentas.

Antes del primer gol, Estudiantes tuvo una excelente oportunidad con el delantero Mauro Boselli, quien estrelló la pelota en el palo tras una chilena.

Boselli luego fue clave en el 1-0, ya que aunque no tocó el balón tras el centro de Benítez, confundió al arquero Hwa-yong al intentar cabecearlo delante de él.

Con la ventaja de 2-1, tres hombres más y mucho espacio a su disposición, el final del partido tuvo a Estudiantes como claro dominador pero sin profundidad y cuidando de la pelota.

«Podríamos haber logrado más en esta competición, pero el fútbol nos da situaciones muy amargas y hoy fue el caso», dijo el técnico del Pohang, el brasileño Sergio Farías, en conferencia de prensa.

«El resultado no refleja lo que vimos en el campo y se agravó por los errores del árbitro. No estoy hablando de una conspiración, pero el árbitro fracasó», agregó, refiriéndose al italiano Roberto Rosetti.

(Con información de Reuters)