El delantero de la selección paraguaya de fútbol Salvador Cabañas continuaba el miércoles peleando por su vida, pese a que la inflamación que presentaba más temprano en el cerebro se mantenía controlada, dos días después de haber recibido un disparo en la cabeza.

Cabañas, de 29 años y jugador del popular club mexicano América, fue herido en la madrugada del lunes en un incidente en un bar de la Ciudad de México que podría estar vinculado con una riña, según las autoridades.

«La situación de Salvador se ha mantenido estable, él en su presión intracraneal se ha controlado en parámetros normales, no hemos tenido ningún cambio desfavorable», dijo Ernesto Martínez, el médico que lo operó, en una rueda de prensa la noche del miércoles.

Martínez aclaró que la vida de Cabañas sigue en peligro.

«La estabilización nos da tranquilidad y el mantener su presión intracraneal dentro de los rangos normales nos asegura una buena circulación a su cerebro. Sigue estando grave, no sabemos todavía cuánto tiempo más va a permanecer el edema y cuándo va a empezar a bajar», agregó.

Cabañas, goleador de su selección, fue herido en el baño de un conocido local nocturno en un barrio acomodado de la ciudad, al que acudió acompañado por su esposa y otro familiar.

La hipótesis más reciente de las autoridades apunta a una disputa de Cabañas con otros comensales. La policía interrogó a varios testigos, pero nadie ha sido detenido hasta el momento.

«La experiencia en estos casos nos indica que a partir de las 72 horas empiece a declinar (el edema), esperemos que así sea y que Salvador tenga la resistencia para tolerarlo», dijo más temprano Alfonso Díaz, jefe de servicios médicos del América.