Más de 400 internos de la cárcel nacional Picota, se declararon en huelga de hambre, como protesta por la penosa situación médica que reciben en la penitenciaria y demoras en los procesos jurídicos.
De acuerdo con el vocero de los internos del patio dos, el servicio médico en la penitenciaria es deprimente, no les prestan la atención necesaria y mucho menos les están suministrando medicamentos formulados en el dispensario del centro carcelario.
Desde el año pasado han enviado solicitudes a la dirección del Instituto Nacional Penitenciario, para que se les agilice los procesos jurídicos que llegan al Instituto, en muchos casos, ordenes de libertad, que no se tramitan sino hasta tres y cuatro meses después de ser emitidas por los juzgados, argumentó el vocero de los internos.
Esta desobediencia civil pacífica terminará hasta cuando las Directivas del Inpec los escuchen y les solucionen parte de sus requerimientos, por lo menos en lo que tiene que ver con la salud y situación jurídica, aducen que están preparadas de ir hasta las últimas consecuencias si no se les resuelve parte de sus requerimientos.
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