Las fuerzas yemeníes buscaban el sábado a supuestos militantes de Al Qaeda que complotaron para atacar blancos judíos en Chicago, un plan descubierto con la intercepción en Gran Bretaña y Dubái de paquetes con explosivos enviados desde Yemen.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo el viernes que las autoridades de su país no repararían en esfuerzos para encontrar a la fuente de los paquetes, a los que llamó una «amenaza terrorista creíble» dirigida a dos lugares frecuentados por fieles judíos.
Un paquete interceptado en Dubái contenía una bomba escondida en una impresora y llevaba todas las señales de un atentado de Al Qaeda, dijo el sábado la policía de Dubái. Expertos forenses británicos estaban examinando el otro paquete.
«El paquete fue preparado de una forma profesional en la que un circuito eléctrico cercano estaba conectado a un teléfono celular con tarjeta SIM escondido dentro de la impresora», afirmó el comunicado.
«La táctica lleva todas las marcas de métodos usados anteriormente por organizaciones terroristas como Al Qaeda», agregó.
La secretaria de Seguridad Nacional estadounidense, Janet Napolitano, también señaló que los paquetes hallados tenían características de un ataque de Al Qaeda.
El complot originado en Yemen generará más preocupaciones por la seguridad sobre el inestable Estado árabe, visto por Occidente como el hogar de los combatientes más osados de Al Qaeda.
Las sospechas recayeron sobre Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP), cuyos militantes operan fuera de Yemen y se adjudicaron la responsabilidad por un fallido atentado para hacer estallar un avión de pasajeros que se dirigía a Detroit el 25 de diciembre del año pasado.
Uno de los paquetes con explosivos contenía tetranitrato de pentaeritritol (PETN) en una impresora y un cartucho de tóner, dijo la policía de Dubái. El PETN fue el material usado en un fallido atentado contra un avión de pasajeros que dirigía a Estados Unidos en la Navidad del 2009.
Nadie se adjudicó de inmediato la autoría del complot, pero funcionarios estadounidenses sospechan de AQAP, asociado a Al Qaeda, cuyos militantes causaron la muerte de 3.000 personas usando aviones secuestrados en los ataques del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos.
La Casa Blanca afirmó que Arabia Saudita había ayudado a identificar la amenaza desde Yemen, mientras que Gran Bretaña y los Emiratos Arabes Unidos (EAU) también proveyeron información. Reuters
