Según la Secretaria de Desarrollo Económico, Mariela Barragán, “Finalizado el mes de noviembre, no hay presiones inflacionarias para Bogotá por culpa del invierno”.

La funcionaria hizo estas declaraciones en el marco de la presentación del último boletín de inflación de la Secretaría de Desarrollo Económico, a partir de cifras del Dane.

De acuerdo con el reporte oficial, en noviembre la inflación en la capital de la República subió 0,16%, después de dos meses con caídas consecutivas en los niveles de precios, concluyendo que la ola invernal aún no se refleja en una tendencia alcista en la inflación de Bogotá.

El nivel de precios en Bogotá aumentó 2,7% en lo corrido del año, conservando una distancia frente a la inflación nacional (2,5%), pero acortándola con el paso de los meses. Durante el mes de noviembre la capital registró una inflación menor a la del país(0,16% y 0,19%, respectivamente), el noveno menor incremento de precios entre las principales 24 ciudades de Colombia.

En seis de los nueve grupos de gasto que conforman la canasta de bienes de los consumidores subieron menos los precios en Bogotá que en el agregado nacional, solo en tres grupos se registraron variaciones superiores: otros gastos 0,46%; educación 0,02% y diversión 0,43%.

Precisamente, el incremento en los precios de los bienes agrupados bajo el nombre de “otros gastos”: bebidas alcohólicas, artículos para el aseo y cuidado personal, joyería y otros servicios, fue uno de los que más aportó para el crecimiento en el nivel de precios en la ciudad, junto a los precios asociados a la vivienda y los alimentos que crecieron 0,26% y 0,19%, respectivamente.
Por ahora, la ola invernal aún no genera problemas de abastecimiento y, en general, no ha disparado los precios de los alimentos en la ciudad. Sólo algunos alimentos, como el arroz y el plátano, que son cultivos que se dañan con suma facilidad ante las inundaciones, subieron de precio. En noviembre el precio del grano subió 4% en la capital (abastecida primordialmente de la costa y parte de los llanos y el Tolima) y el del plátano aumentó 2,3%.

Por el contrario, la ola invernal ha tenido efectos positivos en los precios de algunos alimentos en el corto plazo. Las inundaciones aceleran el ciclo productivo y la recolección de productos en cultivos como frutas, hortalizas y legumbres, generando un fenómeno de sobreoferta, trayendo como consecuencia, baja los precios.

Durante noviembre en la capital se registró una baja mensual en los precios al consumidor en naranjas (- 3%), tomate de árbol (-4,7%), moras (-1,8%), cebolla (-6,8%), tomate (-10,9), fríjol (-0,6%) y zanahoria (-4,7%), productos que representan el 4% del total del gasto en alimentos de los bogotanos y bogotanas de ingresos bajos.