
El gobierno japonés anunció el viernes el apagado en frío de los reactores de la central nuclear de Fukushima, gravemente dañada tras el terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo.
Pese al anuncio, el primer ministro japonés Yoshihiko Noda señaló «batalla aún no terminó», y advirtió que los reactores de la central de Fukushima «alcanzaron el estado de apagado en frío».
Eso significa que la temperatura en las vasijas de los reactores nucleares está estabilizada por debajo de 100 grados Celsius y que las emisiones radiactivas están controladas, indicó la prensa japonesa.
Noda, puntualizó que ahora hay que proceder a la descontaminación zona, comprobar el estado de salud de los vecinos y pagar las compensaciones. Los esfuerzos se concentrarán además en posibilitar cuanto antes la vuelta de los residentes a sus hogares.
«Hemos confirmado técnicamente que el agua de enfriamiento circula en forma regular y que la temperatura en el fondo de la vasija de los reactores se mantiene bajo los 100 grados», dijo en una conferencia de prensa Noda.
«Las emisiones radiactiva puden ser contenidas a un nivel suficientemente bajo en el exterior de las instalaciones de la central, incluso en caso de nuevo accidente», dijo el primer ministro japonés.
Sin embargo, en el fondo de la vasija de contención hay restos del combustible nuclear derretido en el reactor que alcanzan hasta los 3.000 grados centígrados, apuntó el experto del grupo medioambiental austriaco Global 2000 Reinhard Uhring.
«Hablar aquí de un ‘apagado en frío’ raya con una mentira premeditada», denunció Uhring. Según el experto, sólo con el bombeo de 22.000 litros de agua por hora para enfriar los restos de combustible nuclear se consigue evitar una fusión.
También Greenpeace acusó al gobierno de Tokio de minimizar los problemas. El experto nuclear de la organización Heinz Smital dijo que la noticia sólo pretende tranquilizar a la población. «Sin embargo, la realidad es que habrá que combatir durante décadas los problemas en las instalaciones. Además, la zona estará contaminada radiactivamente durante décadas».
Tras el terremoto de magnitud 9,0 de marzo los sistemas de refrigeración de Fukushima resultaron tan dañados que las barras de combustible nuclear de los reactores 1 a 3 se fundieron por completo.
Santa Fe con agencias


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