Desde la mañana del miércoles Corea del Norte adelanta un enorme funeral en su capital, Pyongyang, para despider al líder Kim Jong-il, encabezado por un cortejo fúnebre que llevaba una enorme imagen del líder, quien murió el 17 de diciembre a los 69 años, pasando junto a filas de soldados, que inclinaban respetuosamente sus cabezas en la principal plaza de la capital cubierta de nieve.
Una carroza fúnebre que transportaba el ataúd era guiada por un lloroso Kim Jong-un, hijo y heredero del líder, acompañado de Jang Song-Thaek, su tío y agente de poder clave en la transición, y Ri Yong-ho, el jefe del Estado Mayor.
«Ver la caída de esta nieve blanca me ha hecho pensar en los esfuerzos del general y esto trae lágrimas a mis ojos», dijo a la televisión norcoreana Seo Ju-rim, una mujer soldado que sollozaba, refiriéndose a Kim.
Uno de los mitos que rodean a Kim Jong-il era que él podría controlar el clima y los medios de comunicación oficiales han informado de un clima inusualmente frío que acompañó a su muerte.
Imágenes en video mostraban a civiles que se agitaban por el dolor y gritaban: «¡Padre, padre», a medida que las limusinas de color negro y camiones del Ejército pasaban frente a la multitud. No estaba claro si las imágenes eran en vivo o grabadas previamente.
«Quisiera que fuera un sueño, ¿cómo ésto ser puede verdad?», sollozó una mujer de mediana edad llamada Kim. «¿Cómo puede suceder algo así en el mundo?», agregó.
Kim Jong-un se convertirá en el tercer miembro de su familia que lidere al impredecible país del norte de Asia al comenzar el 2012, año en que se suponía iba a marcar su autoproclamada transformación en una nación «fuerte y próspera».
Larry Niksch, que ha seguido durante 43 años a Corea del Norte para el no partidista Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos, cree que puede tomar como mínimo uno o dos años para que Pyongyang tenga un misil nuclear funcional una vez que produzca suficiente uranio altamente enriquecido.
La posibilidad de que un líder inexperto, que se cree tendría entre 25 y 30 años, posea una capacidad nuclear ha alarmado a muchos.
«Sí, estamos mirando y analizaremos cómo los cambios pueden reflejarse en nuestra política», dijo un funcionario del gobierno de Corea del Sur que declinó ser identificado.
La televisión estatal mostró a Jang Song Thaek, caminando directamente detrás de Kim Jong-un a un lado de la limusina que lleva el ataúd.
Jang se ubica decimonoveno en la lista de nombres en el comité de funeral de Estado, pero su figuración pública confirma que jugará un papel clave en la elaboración de políticas.
Jang, de 65 años de edad, ha superado una purga, amargas intrigas palaciegas y la tragedia personal para convertirse en vicepresidente de la Comisión de Defensa Nacional, el consejo de dirección suprema que Kim Jong-il dirigió como jefe del estado militar.
«Kim Jong-un es claramente la cabeza de la nueva dirección, pero, en términos de jerarquía e influencia, Jang parece haber asegurado la posición considerable», dijo Yoo Ho-yeol, un experto en Corea del Norte de la Universidad de Corea en el sur.
Santa Fe con Reuters
