César Augusto Londoño, defensa de las víctimas denunció ante la Procuraduría General que “el cuerpo de Policía de La Calera incidió directamente en la desviación de la investigación penal”. Pronunciamiento que tiene relación con lo dicho por vicefiscal Jorge Perdomo, quien reconoció que “se evidenciaron irregularidades en el procedimiento que se siguió luego del accidente”.

«Fuera del delito de prevaricato se constituye un encubrimiento del delito de homicidio agravado en concurso homogéneo y heterogéneo con lesiones personales», señala el documento remitido al procurador General, Alejandro Ordóñez, publicado por ELTIEMPO.COM.

Así mismo, se habla de la inexistencia de registros de ingreso y de salida de la URI de Usaquén, donde habrían sido llevados los involucrados con el hecho del fin de semana pasado, en el que murieron Édgar Fajardo; su esposa, Susana Padilla, y Emilse Quiroga.

«La Policía tenía más de 30 horas para ponerlo a disposición de la Fiscalía. Sin embargo, lo hicieron en diez horas y sin el material probatorio necesario, por eso quedó libre (…) es cuestionable que la prueba de alcoholemia no haya sido entregada en ese procedimiento», señaló el abogado.

La Procuraduría inició investigación sobre esta versión y la semana pasada interrogó a los agentes de la Policía que atendieron el caso en La Calera.