Las inclemencias del tiempo provocan daños materiales incontables y fallas en los servicios de energía eléctrica. Estas variaciones climáticas suelen acarrear grandes pérdidas en todo el territorio nacional en parte por la falta de planes de prevención para las épocas de invierno. En este sentido, APC by Schneider Electric enfatiza en la necesidad de crear un plan de contingencia y protección para hogares y empresas con el objetivo de poder enfrentar una realidad que se repite todos los años con efectos similares.
“Las variaciones de voltaje siguen siendo la causa de pérdidas materiales en miles de hogares. Son extremadamente frecuentes los daños en los equipos eléctricos debido a las fuertes lluvias, como consecuencia de la ola invernal que azota al país”, asegura Claudia Gómez Llamas, Gerente de Mercadeo Estratégico para América Latina de APC by Schneider Electric.
Las temporadas de crisis climáticas se dan en todas las regiones. Tanto estas lluvias constantes en Suramérica como los ciclones que azotan las naciones tropicales, tienen fuertes consecuencias en el suministro de electricidad, creando cortes bruscos por daños en las líneas, así como bajas y alzas en la tensión eléctrica. En Estados Unidos se calcula que los daños ocasionados por este fenómeno pueden alcanzar los 500 millones de dólares anuales, sin contar el tiempo perdido y la falta de productividad de los equipos dañados.
“No hay que esperar a que los daños sean una realidad cuando existe la disponibilidad de protectores y reguladores capaces de corregir las variantes de la tensión de energía y mantener la seguridad contra cortes repentinos y descargas eléctricas de la atmósfera”, afirma Claudia Gómez.
Es por esta razón, que los expertos de APC by Schneider Electric presentan dos factores clave para una protección adecuada frente a este tipo de fenómenos naturales, con el ánimo de proteger las personas y la información:
1. Garantizar la disponibilidad de las estaciones de trabajo: Una preocupación común para las grandes compañías durante las etapas de apagones implica que un gran número de empleados sean afectados en sus labores por la inactividad de las computadoras entre otros equipos técnicos.
Ante esta realidad, se hace urgente verificar que todos los equipos electrónicos necesarios para el normal funcionamiento de la compañía estén protegidos y preparados para continuar funcionando durante un apagón. Las UPS (sistemas de suministro eléctrico ininterrumpido) proporcionan energía productiva durante una interrupción eléctrica, lo que significa que el usuario puede salvar sus datos y apagar el sistema como es debido.
Elaboración de un plan para apagones de larga duración: Quienes tienen la experiencia reciente de ser sorprendidos por apagones largos y sin protección alguna, verificaron el riesgo que implica sus debilidades acerca de la disponibilidad en sus procesos empresariales. En ese sentido, los encargados de TI de las empresas necesitan verificar aspectos tales como la cantidad de equipos considerados de “misión crítica”, definir qué tipo de protección para la estructura arquitectónica debe ser adoptada (centralizada, distribuida, por zonas, mixta, etc.), estimar cuál es el tiempo de operación necesario para las aplicaciones, analizar la necesidad para las aplicaciones más pesadas de un generador o del mejor modo de hacer la transferencia y la limpieza de la energía «sucia» y finalmente, aplicar las restricciones de costo/dimensión para la solución de la disponibilidad adoptada.
