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El Real Madrid pierde con el Betis


El Real Madrid perdió este sábado en campo del Betis (1-0)

En la decimotercera jornada de la liga española, con lo quedó en posición difícil para renovar el título, cuando se lleva una tercera parte de la competición, ya que el Barcelona podría aumentar su ventaja a once puntos.
El equipo azulgrana juega el domingo en el difícil terreno del Levante, que está sexto en la tabla, y si logra vencer se colocaría once puntos por delante del Real Madrid, tercero, con 25 jornadas por jugar.
El Betis, quinto clasificado tras esta victoria, consiguió el tanto en el minuto 17, por medio del centrocampista Beñat Etxebarria, que se aprovechó de un balón mal despejado por el argentino Angel di María, para deshacerse del marcaje del alemán Sami Khedira y marcar con un disparo cruzado.
Tras la derrota, el técnico del Real Madrid, José Mourinho, declaró que no era «ni demasiado pesimista ni demasiado optimista» sobre las posibilidades de su formación de defender su título.
«Todo está abierto. La temporada pasada teníamos diez puntos de ventaja sobre el Barcelona y este avance disminuyó luego parcialmente. No hay que ser ni demasiado optimistas ni demasiado pesimistas», sentenció Mourinho en rueda de prensa.
Durante el partido, con el marcador en contra, Mourinho, decidió revolucionar su centro del campo en el descanso, dejando en el vestuario a los alemanes Mesut Ozil y Khedira, poco acertado en el marcaje a Beñat en el tanto bético, dando entrada al brasileño Kaká y al croata Luka Modric.
Mourinho buscó nuevas soluciones a la falta de gol haciendo entrar a José María Callejón en lugar de Di María a falta de media hora. El Real Madrid dominó todo el segundo tiempo, pero Karim Benzema y Cristiano Ronaldo fueron incapaces de anotar.
El Betis, que se recuperó con esta victoria de la decepción de la goleada sufrida la pasada jornada ante sus vecinos del Sevilla (5-0), tuvo a su vez dos buenas ocasiones en la parte final del encuentro, por medio de Salva Sevilla (71) y Rubén Navarro (73).
Por su parte, el Málaga goleó en casa al Valencia (4-0), con lo que los hombres de Manuel Pellegrini ocupan provisionalmente el cuarto puesto, aunque el Levante, que recibe el domingo al Barcelona, puede recuperar esa posición.
Los andaluces superaron en todos los aspectos a un Valencia (9º) privado del delantero Roberto Soldado, suspendido, y que pagó el esfuerzo realizado el martes contra el Bayern de Múnich (1-1) en Liga de Campeones.
Francisco Portillo (8), el argentino Javier Saviola (75), el paraguayo Roque Santa Cruz (81) y Francisco Alarcón ‘Isco’ (90+2), la joven perla del equipo andaluz, anotaron los goles, logrando un marcador que pudo ser todavía más abultado teniendo en cuenta las muchas ocasiones creadas por el Málaga.
La impotencia del Valencia se vio reflejada en la expulsión del francés Adil Rami, en el minuto 84, por una falta seguida de protestas.
«El equipo jugó un partido espectacular. Hicimos circular bien el balón, me deja muy tranquilo que volvimos a ser el equipo de antes», señaló el chileno Pellegrini, técnico del Málaga.
Por su parte, el Rayo Vallecano venció al Mallorca (2-0) y se consolida en los primeros puestos de la Liga española (7º con 19 puntos), mientras que el conjunto balear se hunde en la parte baja de la tabla (15º).
El cuadro de Vallecas sólo fue capaz de doblegar la resistencia del Mallorca en el tramo final del partido, gracias a los goles del brasileño Leo Baptistao (87) y del montenegrino Andrija Delibasic (90).
El Valladolid (8º) se impuso al Granada (16º) por 1-0, gracias a un gol del angoleño Manucho Gonçalves (63).
El viernes, en el partido que abría la jornada, Real Sociedad (11º) y Osasuna (19º) empataron sin goles en Anoeta.

Un tiempo no le bastó al Madrid, que en 13 jornadas puede ver el título en Marte. Se fundió en el Villamarín, donde un deficiente primer acto le puso contra las cuerdas y le hizo encajar su tercera derrota en el campeonato. De nada le sirvió su reacción tras el intervalo, con Kaká y Modric al frente y el Betis enclaustrado, colgado de su eficaz portero, Adrián. Sí, el Betis, el mismo equipo que seis días antes padeció un descalabro tan descomunal como doloroso ante su irreconciliable vecino. Es lo que tiene el fútbol, que permite redimirse muy rápido. Lo hizo el Betis, y a lo grande, con una victoria de relumbrón gracias a un gol de Beñat apenas rodado el primer cuarto de hora. Su gente lo celebró con más alborozo aún de lo que merecía la ocasión tras una semana soportando chuflas. Para el Madrid, una pifia tan inesperada como las consecuencias que pueda tener. El campeón no puede permitirse semejante descuelgue cuando restan 25 jornadas.

Un temprano gol que desenchufó al Madrid, al que lo que parecía un mero contratiempo para un equipo de sus galones se convirtió en un azote en toda regla. Al Madrid del primer tiempo le pudieron las prisas, se descuartizó y no encontró otra vía que el juego aéreo desde las orillas, un placer para los centrales béticos. Extraviado Özil, al campeón le faltó juego interior, mayor repertorio ofensivo, huellas de Cristiano y Benzema, fuera de foco hasta la vuelta del descanso.

El Betis despegó herido por el zurriagazo del derbi, pero abrigado por su hinchada, a la que hizo creer desde el primer segundo, con una puesta en escena decidida, sin la caraja del Pizjuán. Firme delante de su portero, pese a contar con tres defensas con etiqueta de suplentes en lo que va de temporada, el grupo de Pepe Mel se propuso cazar a su oponente a la contra. La partitura habitual del Madrid, que se vio obligado al ataque estático que tanto le disgusta. Con Khedira como primer llegador, al igual que en Manchester, y Cristiano sacando de rueda a Ángel por el costado izquierdo, el conjunto visitante logró templar a su adversario. Hasta que un mal despeje de Arbeloa y cierta contemplación de Khedira, permitieron a Beñat, el mejor alumno de los verdiblancos, armar desde fuera del área un disparo terrestre y esquinado que superó a Casillas. Al Madrid, fatigado tras la desventura arbitral ante el City, le tocaba remar. Pero quedaba un mundo. El Madrid, de alguna manera, lo interpretó de forma apocalíptica.