
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama anunció que ordenó «cancelar los ejercicios militares que estaban previstos para el próximo mes» entre ambas naciones, lo cual ya fue comunicado al gobierno de transición de Egipto.
También dijo que instruyó al Consejo de Seguridad de la Casa Blanca para que analice «las implicaciones de las acciones tomadas por el gobierno interino de Egipto y los pasos futuros que serán necesarios adoptar con respecto a la relación entre Estados Unidos y Egipto».
Sin embargo dijo que «mantenemos el compromiso con Egipto y su pueblo», porque «el pueblo de Egipto merece una mejor situación», por lo cual el «ciclo de violencia y la escalada de violencia deben terminar». Agregó que aspira a continuar la relación, pero no es posible en las actuales circunstancias como es normal «cuando civiles resultan muertos en las calles».
A la vez Obama reclamó a los manifestantes que «lo hagan en forma pacífica, y condenamos los ataques de los manifestantes, incluyendo contra las iglesias».
La medida se produce en respuesta a la represión ordenada por el gobierno de transición egipcio que produjo cientos de víctimas fatales. El presidente dijo que «Estados Unidos extiende sus condolencias a las familias de los que fueron muertos o heridos».
