
En acto aleatorio de violencia dejó sin vida a un prometedor beisbolista colegial de 22 años, a una familia devastada y a dos países a medio mundo de distancia cimbrados.
Christopher Lane fue baleado cuando trotaba la semana anterior en Duncan, Oklahoma. ¿El móvil? Según la policía, tres menores que no tenían nada mejor qué hacer.
“Vieron que un joven corría por la calle. Y lo eligieron como su objetivo”, dijo a la afiliada de CNN KSWO el jefe policiaco Danny Ford.
Cuando la policía arrestó eventualmente a los tres adolescentes –de 15, 16 y 17 años de edad– uno de ellos explicó la razón que dejó claro que Lane, quien asistía a la Universidad Central del Este becado para jugar beisbol, fue escogido al azar.
“Dijo que el móvil fue, ‘íbamos a matar a alguien’”, declaró Ford a la radiodifusora australiana 3AW.
“Los tres decidieron que iban a matar a alguien”.
La policía dice que los menores le dispararon en la espalda a Lane en la población de aproximadamente 24 mil habitantes y se alejaron a toda velocidad en su automóvil.
“Varias personas lo vieron tambalearse en la calle, detenerse y caer a un lado del camino”, dijo Ford a KSWO.
Los intentos por revivir a Lane resultaron infructuosos.
La Policía arrestó a los adolescentes horas después del ataque. Gracias a las cámaras de seguridad de negocios locales, la policía vio al vehículo alejándose.
Casi a 10 mil millas de distancia, en Australia la familia de Lane se esforzaba por asimilar la noticia.
“Que nosotros sepamos él ya dejó su marca, y ustedes saben que de esto no va a salir nada bueno porque fue algo totalmente sin sentido”, dijo Peter Lane, el padre de Christopher.
“Ya pasó. Está mal, y nosotros nada más estamos tratando de asimilarlo lo mejor que podamos”.
La novia de Lane, Sarah Harper, subió un emotivo tributo a Facebook, diciendo, “tú siempre serás mío y en mi corazón estarás en un lugar muy especial y protegido”.
Santa Fe con agencias


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