Este lunes la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, convocó a primera hora una reunión en el Palacio Presidencial, para tratar el tema del presunto espionaje que realiza la Agencia de Seguridad Nacional, NSA, de Estados Unidos hacia la mandataria.

El programa de Telvisión, Globo Fantástico de Brasil informó que la Presidenta fue objeto de espionaje, donde observaron los contenidos de sus llamadas, correos electrónicos y varios de sus mensajes en su móvil.

La reunión se llevó a cabo con el ministro de Asuntos Exteriore, Luiz Alberto Figueiredo, también participó el Ministro Defensa, Celso Amorim, Ministro de Justicia Eduardo Cardozo y el embajador de Estados Unidos, Thomas Shannon, para aclarar el hecho de espionaje que se esta llevando a cabo.

Tras la versión dada, Rousseff, no fue la única que recibió ataques por los espionajes, también sus asesores y ministros fueron víctimas de este tipo de espionaje.

El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Ricardo Ferraço, finalizó diciendo que era una indignación, pero que ya se estableció una comisión parlamentaria donde el Congreso puede asumir de una mejor manera estos temas que se remiten a una investigación.

El supuesto escándalo indignó a los miembros del Senado, donde, del partido centrista PMDB -el mayor aliado del gobierno Rousseff- se mostró “indignado y perplejo” y anunció que ya está instalada una comisión parlamentaria que dará mayores poderes al Congreso para investigar el caso.