
El Concejal Roberto Sáenz extendió sus condolencias a la familia y vecinos de Carlos Enrique Ruiz, «el amigo Carlitos», como lo llamaban cariñosamente. Joven admirado también por su energía, alegría y trabajo comunitario, lamentablemente asesinado el pasado 26 de enero en hechos confusos en la Localidad de Ciudad Bolívar.
Al respecto expresó «Quiero manifestar mi preocupación por la situación que enfrentan los jóvenes de la capital, y solidarizarme con los familiares víctimas por la muerte del Toty y del amigo Carlitos y de todos los jóvenes que han sido asesinados en los últimos años en los territorios del Distrito Capital.»
El cabildante denunció además, que ha recibido informaciones a propósito de que habrían alrededor de seis jóvenes, también asesinados en las últimas dos semanas, que habrían sido mantenidos en silencio por el clima de terror que predomina en varias localidades del sur de Bogotá, donde ha rondado un panfleto amenazante. Al respecto el concejal Sáenz aseveró, «Si bien sabemos que la administración distrital por medio de la Secretaria de Gobierno, IDRD e IDARTES han adelantado esfuerzos con miras a la resignificación de la calle y de los espacios públicos fortaleciendo un trabajo con los jóvenes de la ciudad, esto al parecer no ha sido suficiente para protegerlos. Hago un llamado de atención urgente para que las autoridades adelanten las investigaciones respectivas y se esclarezcan estos hechos, y a la administración para que haga un esfuerzo aún mayor para evitar mas muertes violentas de nuestros jóvenes en la ciudad.» expresó con preocupación el Concejal.
Roberto Sáenz hizo también un llamado a los medios de comunicación para que eviten más declaraciones irresponsables que estigmatizan las muertes de los jóvenes asociándolas de manera apresurada con delitos como el micro tráfico, o por ser consumidores de sustancias psicoactivas. Reiteró además que ningún motivo justifica las muertes violentas de los jóvenes de la ciudad. «Hago un llamado al reconocimiento del dolor de nuestros jóvenes porque no se puede perseguir a alguien por el simple hecho de ser joven, por estar en las esquinas o en los parques, por manifestar su irreverencia pacíficamente, por su manera de vestir, ni por su forma de hablar. Ser joven no es ser delincuente y resulta contraproducente para las nuevas generaciones sentirse tratados de esta manera.»
El Concejal Roberto Sáenz finalizo diciendo «Denuncio hoy el miedo, la desprotección e impotencia que están sintiendo los chicos y chicas en diversos barrios de la ciudad. Primero la vida y el respeto a la diferencia. Bogotá debe ser garante del desarrollo de estas nuevas ciudadanías y de proporcionar los espacios para el crecimiento en libertad de nuestros jóvenes.»