
Con motivo del Día Internacional contra el reclutamiento de niños por parte de los Grupos Armados Ilegales, que se conmemora cada 12 de febrero, el Director General del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Marco Aurelio Zuluaga Giraldo, pidió a dichos grupos liberar a todos los menores de edad que aún tienen en sus filas para iniciar con ellos el proceso de su recuperación.
“Hacemos un llamado a las FARC y demás grupos al margen de la ley, para que devuelvan inmediatamente al Instituto a los niños, niñas y adolescentes reclutados, para restablecer su relación familiar y hacer posible el retorno al seno de sus hogares”, consignaron los directivos del ICBF en una declaración.
El número de menores de edad reclutados en los grupos armados ilegales es incierto. Lo que sí se conoce es que entre noviembre de 1999 y diciembre de 2013, el programa de atención especializada del ICBF recibió 5.417 niños, niñas y adolescentes desvinculados de los grupos armados ilegales, para brindarles la protección y el apoyo necesarios para sanar sus heridas, reconstruir sus proyectos de vida y reintegrarse a la sociedad.
Solo en 2013, el programa atendió 342 menores de edad víctimas del reclutamiento ilícito. La cifra es un 29.5% más alta que la registrada el año anterior, cuando la entidad recibió 264 menores de edad desvinculados. Cabe aclarar, sin embargo, que el crecimiento en el número de niños desvinculados no es, necesariamente, un indicio de que el reclutamiento haya aumentado.
El 60% de los niños desvinculados dice haber sido reclutado por las FARC, que históricamente ha sido el mayor reclutador. Sin embargo, otros grupos como las desmovilizadas AUC y la guerrilla del ELN son, según las propias víctimas, los responsables del 20% y el 15% de los casos respectivamente. Otros como las llamadas BACRIM tienen una incidencia del 3% en este delito. Se sabe también que el 83% de los menores de edad desvinculados hasta el 31 de diciembre de 2013, se entregó voluntariamente y el 17% fue rescatado por las fuerzas militares durante operativos o en medio de enfrentamientos con los grupos ilegales.
En el ICBF, los niños desvinculados que llegan al programa de atención especializada inician un proceso de restablecimiento de derechos que les permite iniciar su recuperación física y psicológica y poner los cimientos para reconstruir su futuro. Muchos de ellos logran reencontrarse con sus familias y mientras lo hacen, cuentan con el apoyo de hogares gestores, integrados por colombianos que deciden acogerlos temporalmente en sus hogares, haciendo un valioso aporte para que las víctimas logren retomar sus procesos educativos y reincorporarse a la sociedad.