La reforma tributaria, con la que se espera superar el hueco fiscal estimado en 10 billones de pesos, quedó hoy en manos del polémico magistrado de la Corte Constitucional Jorge Pretelt Chaljub, quien está en el ojo del huracán por haber desatado el mayor escándalo de corrupción en ese Tribunal por supuestamente pedir $500 millones para favorecer una tutela.

Pretelt tendrá la tarea de estudiar la ley 1739 de 2014 mediante la cual se modificó el Estatuto Tributario, la Ley 1607 de 2012, y decidir si la modificación se ajusta o no a Constitución colombiana.

La ley regula los mecanismos de lucha contra la evasión al Impuesto Complementario de Normalización Tributaria al Impuesto a la Riqueza, el gravamen a los movimientos financieros, el impuesto a la riqueza, el impuesto sobre la renta para la equidad (CREE) y el Impuesto sobre la renta.

La demanda de dicha ley fue instaurada por un sector del Congreso del Polo Democrático, a quienes por una serie de vicios la ley sería inconstitucional.