El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, rechazó el histórico acuerdo en materia nuclear alcanzado en Viena entre Irán y el Grupo 5+1. Según el funcionario, el pacto otorga a Irán exactamente lo que ese país pedía: «un alivio significativo de las sanciones y la preservación de partes significativas de su programa nuclear».
«El acuerdo con Irán es un gran error de proporciones históricas», dijo Netanyahu al considerar que «Irán verá el camino libre para desarrollar armas nucleares y muchas de las restricciones que se lo impedían van a ser levantadas» y añadió que «éste es el resultado cuando se desea un acuerdo a todo costo».
«Se han hecho grandes concesiones en todos los temas que debían impedir que Irán alcance las armas nucleares. Adicionalmente, Irán recibirá miles de millones de dólares con los que alimentar su maquinaria terrorista y su agresividad y expansión por Oriente Medio», subrayó, poco después de anunciarse en Viena la finalización de un pacto que Israel ve como una amenaza a su existencia.
Frente a la euforia internacional, satisfecha de que los esfuerzos diplomáticos han dado finalmente sus frutos después de dos laboriosos años de negociaciones, los principales gobernantes israelíes han expresado hoy duras críticas.
El ex ministro de Exteriores y líder del partido Israel Beitenu, Avigdor Lieberman, tildó la jornada como un «día negro para el mundo libre», mientras que el titular de Ciencia y Tecnología, Dani Danón, consideró que el acuerdo alcanzado «es como darle una cerilla a un pirómano».
Por su parte, Naftali Bennett, ministro de Economía y miembro del gabinete de seguridad de Netanyahu, declaró que «Israel no se considera obligado a aceptar este mal acuerdo que se ha firmado».
El compromiso negociado en Ginebra es visto como un arreglo provisional que prepara el camino para alcanzar un pacto más amplio en seis meses.