La Unicef hizo un experimento social en el que una niña de 6 años se expone al público primero vestida de forma «correcta», y luego es vestida como si fuera una pequeña indigente, por lo que recibe rechazo social.
Es un experimento para enfrentarnos a nuestros propios prejuicios y para recordar que todos los niños y las niñas merecen una oportunidad.