–Las Farc defendieron el nuevo acuerdo suscrito este sábado 12 de noviembre en La Habana con el gobierno y destacaron que éste preserva la estructura y espíritu del primer acuerdo convenido, incorpora un sinnúmero de ajustes y precisiones, que recoge observaciones y nuevas propuestas de redacción, que formula aclaraciones y despeja dudas donde se consideró necesario.

Por ejemplo–afirmó en el comunicado leído por alias Iván Márquez–, en materia de Jurisdicción Especial para la Paz se incorporaron no menos del 65% de las propuestas provenientes de los diversos sectores que votaron NO en el plebiscito; casi el 90% de las iniciativas referidas al polémico tema de género; y algo más de 100 variaciones que tocan los temas concernientes a Reforma Rural Integral, Participación Política, Nueva política antidrogas, Víctimas, Fin del conflicto e implementación y verificación.

Según el vocero de las Farc, el único camino que le espera al nuevo acuerdo firmado en La Habana, «es su implementación, teniendo en cuenta que con él quedan sentadas las bases para comenzar una tarea aún más difícil y compleja: la construcción de una paz estable y duradera».

Añadió que esperan que a este proceso se puedan sumar, «con nuevos aportes, fruto de su negociación», sus colegas del Eln, la institucionalidad del Estado, el poder Ejecutivo, el Congreso de la República, la altas Cortes, la Fiscalía General de la Nación, las Fuerzas Militares y de Policía, asuman su respaldo.

En este sentido reiteró «el llamado que hiciéramos con el Gobierno a concertar con todas las fuerzas vivas del país, “un gran Acuerdo Político Nacional, encaminado a definir las reformas y ajustes institucionales necesarios para atender los retos que la paz demande, poniendo en marcha un nuevo marco de convivencia política y social”.

En el escrito, alias Iván Márquez reseñó que «aún en condiciones de esa precariedad democrática, en la medida en que accedimos al procedimiento de refrendación plebiscitaria en la búsqueda de la paz deseada, entendimos que pese a la débil mayoría, teníamos el compromiso político de aceptar el resultado adverso y de atender las múltiples voces que lo habían propiciado, distinguiendo entre aquellas que manifestaban preocupaciones sinceras por un nuevo y mejor acuerdo, y otras que tenían la pretensión de erigirse en obstáculo para el logro del propósito superior, aunque dada la coyuntura se cobijaran también con el manto y el discurso de la paz».

Se trataba–dijo– de un perfeccionamiento de lo ya convenido, teniendo en cuenta lo manifestado por todos los sectores políticos y sociales que participaron en un plebiscito cuyos resultados no debían comprenderse como una negativa al acuerdo de paz, sino como un llamado a su mejoramiento.

Para fortuna de millones de compatriotas, la paz sigue su marcha irrefrenable, irrefrenable, puntualizó Márquez.