
De acuerdo con la Fiscalía General, las zonas del país donde se registra un mayor impacto por parte de las organizaciones criminales dedicadas a la trata de personas y esclavitud sexual de mujeres son Medellín, Bogotá y varias de las ciudades que componen el eje cafetero.
Estas redes delincuenciales se ganan la confianza de sus víctimas engañándolas con una mejor opción laboral y luego termina por inducirlas a la prostitución, explica Astrid Muñoz, coordinadora del grupo de articulación de la Fiscalía de lucha contra la trata de personas y delitos conexos.
“Cuando hay fiestas en los pueblos, allí caen estas organizaciones criminales buscan estas niñas, (y como engaños) les ofrecen trabajos en el exterior, les ofrecen ganarse un buen dinero, les dicen que van a ir cuidar adultos mayores y niños en el exterior”, aseguró Muñoz.
Según con las autoridades, cuando ellas salen del pais los miembros de estas redes les quitan sus documentos, como el pasaporte, la cédula y los pasajes aéreos y las obligan a sostener relaciones sexuales.
“Estas mujeres son obligadas a trabajar de seis de la tarde a seis de la mañana, donde tienen que acostarse con diferentes clientes, les prohíben usar preservativos, es una vida bastante difícil para una mujer en el exterior donde no tiene a quien acudir”,indicó la fiscal Muñoz.
“Son los dueños de ellas, deciden cuando salen, como se visten, les controlan los horarios, con quien hablan, las mantienen encerradas en un apartamento no mayor a 40 metros y tiene que dormir en una misma cama tres y cuatro niñas”, agregó.
Estas organizaciones transnacionales extorsionan a sus víctimas y someten a relaciones sexuales con al menos 40 clientes cada día hasta que paguen sumas que ascienden a los 60 millones de pesos supuestamente por concepto de pasajes, arriendo y alimentación.
