Según la investigación adelantada por un fiscal de la Estructura de Apoyo de Medellín, este ilícito era organizado por grupos familiares que contactaban a los migrantes de nacionalidad cubana, y les daban las indicaciones sobre los desplazamientos vía telefónica.
En operativos realizados en Medellín y Turbo (Antioquia), así como en Cali (Valle del Cauca), funcionarios de la Dijín de la Policía Nacional capturaron a 10 presuntos responsables de trasladar extranjeros desde Ecuador hasta Panamá de manera ilegal.
La ruta más común era Ecuador, Ipiales (Nariño), Cali (Valle), Medellín y Urabá (Antioquia), para luego ser llevados vía marítima o terrestre a Panamá. En la mayoría de los casos, los migrantes tenían como destino final Estados Unidos de Norteamérica.
El recorrido por territorio colombiano era vía terrestre y los ilegales camuflaban a los cubanos en carros de servicio público y los hospedaban en sus viviendas.
Organizaban viajes desde 1 hasta 24 personas y cobraban entre 700 hasta 1100 dólares, según el trayecto.
La Fiscalía les imputó cargos por los delitos de concierto para delinquir y tráfico de migrantes. Luis Alberto Moreno, Jhon Jairo Palacios y Marisobeth Ibargüen se allanaron a los cargos endilgados, y los demás procesados no aceptaron su responsabilidad en los hechos.

