
El Alzheimer es una forma de demencia que afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Cada persona puede experimentar una o más de estas señales a escalas diferentes. Si nota cualquiera de ellas en usted o en un familiar, es importante que acuda al médico.
Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana:
Una de las señales más comunes del Alzheimer, en etapas tempranas, es olvidar información recién aprendida. También se olvidan fechas o eventos importantes; se pide la misma información repetidamente y depende de sistemas de ayuda para recordar las cosas.
Es completamente normal con la edad, olvidarse de vez en cuando de nombres o información que después logra recordar, y no constituye una señal de alarma.
Dificultad para planificar o resolver problemas:
Algunas personas experimentan dificultades para seguir un plan o trabajar con números, se les dificulta concentrarse y les puede costar más tiempo que antes hacer cosas, también tienen problemas para seguir una receta conocida o manejar las cuentas mensuales.
Es normal que con la edad se presenten errores de vez en cuando al sumar y restar.
Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en su tiempo libre:
En etapas tempranas de la enfermedad frecuentemente se hace difícil completar las tareas cotidianas. A veces pueden tener dificultad en llegar a un lugar conocido, administrar un presupuesto en el trabajo o recordar las reglas de un juego muy conocido.
Es normal que con el paso del tiempo se necesite ayuda de vez en cuando, por ejemplo, para usar el microondas.
Desorientación de tiempo o lugar:
A las personas diagnosticadas con el mal de Alzheimer se les olvidan las fechas y con el paso del tiempo. Es posible que algunas veces se les olvide dónde están y cómo llegaron allí. Es normal que con la edad se confunda sobre el día de la semana, pero al instante darse cuenta.
Dificultad para comprender imágenes visuales y cómo objetos se relacionan uno al otro en el ambiente:
Dificultad en leer, calcular distancias y determinar el color o contraste, ocasionando problemas para conducir un vehículo, son señales de Alzheimer. Es normal que con la edad se produzcan cambios de la vista relacionados con cataratas.
Nuevos problemas con el uso de palabras en el habla o lo escrito:
Los que padecen de Alzheimer pueden tener problemas en seguir o participar en una conversación. Es posible, que paren en medio de una conversación sin saber cómo seguir o que repitan mucho lo que dicen. Puede ser que luchen por encontrar las palabras correctas o el vocabulario apropiado o que llamen cosas por un nombre incorrecto (como llamar un «lápiz» un «palito para escribir»).
Colocación de objetos fuera de lugar:
Una persona con Alzheimer suele colocar cosas fuera de lugar donde normalmente las ubicaría, se les puede perder cosas sin poder recordar dónde se ha estado para poder encontrarlas. A veces, es posible que acusen a los demás de robarles. Esto puede ocurrir más frecuentemente con el tiempo.
Disminución o falta del buen juicio:
Las personas que padecen de Alzheimer pueden experimentar cambios en el juicio o en tomar decisiones. Por ejemplo, es posible que regalen grandes cantidades de dinero a personas desconocidas, puede ser que presten menos atención al aseo personal.
Pérdida de iniciativa para tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales:
Es posible que se presente dificultad para entender los hechos recientes de su equipo favorito o en cómo ejercer su pasatiempo preferido. También pueden evitar tomar parte en actividades sociales a causa de los cambios que han experimentado.
Cambios en el humor o la personalidad:
El humor y la personalidad de las personas con el Alzheimer puede cambiar. Pueden llegar a estar confundidas, deprimidas, temerosas o ansiosas. Se pueden enojar fácilmente en casa, en el trabajo, con amigos o en lugares donde están fuera de su ambiente cotidiano.

