
Un estudiante decidió visitar un zoológico, cuando se dio cuenta que las cebras que iba a visitar no eran reales. Descubrió que eran burros que habían sido pintados con rayas negras para engañar a los visitantes.
Las altas temperaturas derritieron la pintura que estaba sobre los animales, quedando al descubierto que eran burros y no cebras.
Mahmoud A. Sarhan fue quien puso todo al descubierto y no entendía por qué las líneas negras de los animales se iban derritiendo.
Por eso optó por publicar las imágenes en su cuenta en Facebook para que otros turistas y visitantes del zoológico no vayan a caer en la trampao.
