Bogotá

Gerente del proyecto Metro durante la alcaldía de Petro desmiente a Hollman Morris

Ricardo Cárdenas, Gerente técnico del proyecto metro en el IDU, en la alcaldía de Petro, del 2012 al 2015, desmiente al exalcalde y a Hollman Morris frente a sus más recientes afirmaciones sobre el Metro subterráneo.

«El metro que defienden Gustavo Petro y Hollman Morris no tiene estudios de ingeniería de detalle, ni está financiado y mucho menos se puede contratar en el segundo semestre del 2020» asegura Cárdenas

1. El metro subterráneo no tiene estudios de ingeniería de detalle. A la fecha cuenta con los mismos estudios de ingeniería básica que ha alcanzado el Metro elevado en los últimos años. En la contratación de cualquiera de los dos debe contemplarse los estudios de detalle y la construcción, que permite la ley.

En la administración Petro sólo se hicieron los estudios de ingeniería básica por 135mil millones de pesos y dentro de la licitación se dispuso una partida de 211mil millones para los de detalle. Es decir, tanto el metro elevado como el subterráneo requieren financiación para la elaboración de estudios de ingeniería de detalle que pueden tomar entre 1 y 2 años.

2. El metro subterráneo hoy no está completamente financiado por parte de la nación, razón por la cual no es cierto que se pueda contratar en el segundo semestre del 2020. En el 2015 cuando fue aprobada la financiación el dólar estaba en 2488 pesos y hoy está a 3442, lo que implica que los recursos aprobados tanto por la Nación como por el Distrito son insuficientes. Se requiere además la aprobación a través del conpes y el confis de la nación, lo que implicaría iniciar con el proceso desde el inicio.

3. El Metro subterráneo no se podría construir con los diseños aprobados en el 2014. Estos deben ser actualizados, rehacer el estudio de demanda, volver a hacer la evaluación socioeconómica y buscar nuevamente la financiación, es decir presentar un nuevo trámite ante el Confis y Conpes. (tardaría más de 3 años).

Lo único que se lograría es que Bogotá pierda la plata de la Nación y deba reiniciar todo el proceso para volver a obtenerla. Además de volver a financiar los estudios generales y volver a hacer los estudios de detalle.

4. No sólo hay que actualizar los diseños técnicos del metro subterráneo sino que hay que actualizar los costos de compra de predios, revisar la operación y rutas actuales del SITP, y contemplar la movilidad de los casi 1 millón de biciusuarios que ahora hay en Bogotá para incluirlos en el modelo de demanda.

5. Si Hollman decide dar por terminado el contrato adjudicado por Peñalosa, Bogotá y la Nación tendrían que afrontar una demanda de aproximadamente 10 billones de pesos por parte del consorcio que se lo gane.

6. En la alcaldía de Petro no se hizo la estructuración legal, financiera y técnica, por lo tanto es necesario avanzar con la elaboración de la matriz de riesgos y establecer el esquema de financiación, indispensables para hacer los pliegos de licitación. 

Conclusión :
Sin duda el mejor metro para la ciudad de Bogotá es el subterráneo, pero el más avanzando en temas fundamentales para su materialización es el elevado que adjudicará la actual administración a finales de octubre. Lo que implica que es mejor para los bogotanos continuar con el proyecto actual, pero incrementando las frecuencias, mejorando la capacidad y llevándolo hasta el Noroccidente de la ciudad, de tal manera que se convierta en el eje estructurador de la movilidad en Bogotá reemplazando a Transmilenio progresivamente.

Para tal fin deben destinarse recursos prioritariamente al metro, no realizando las troncales de la séptima y la 68, sino ampliando la capacidad y extensión de la primera línea de metro.