–El médico que mató a tres atracadores al norte de Bogotá, fue dejado en libertad, luego de presentarse voluntariamente este fin de semana con su abogado y sustentar que lo hizo en legítima defensa.

Para comprobar el hecho, el facultativo, cuya identidad se ha mantenido en secreto, presentó la certificación del Instituto de Medicina Legal, que confirmó que fue herido con arma blanca y de un disparo.

«Él se defendió, cuando los tres individuos lo siguieron al salir de su trabajo y lo abordaron violentamente para despojarlo de sus pertencias», precisó el abogado Hernando Benavides, tras la diligencia judicial cumplida en la Unidad de Vida de la Fiscalía General de la Nación.

Advirtió que la agresión de que fue objeto su defendido no fue con solo arma corto punzante, sino con arma de fuego.
El médico fue herido en la cara con un cuchillo y en el pecho», complementó.

«Era la vida de él o la de los demás», afirmó el abogado para reafirmar que el profesional hizo uso del derecho a la legítima defensa al sacar su arma y disparar contra los delincuentes.

El defensor del médico aseguró que el próposito de los atracadores era introducirlo en el carro en el cual se desplazaban, supuestamente para hacerle el «paseo millonario».

Como se sabe, los hechos ocurrieron en el puente peatonal de la calle 123 con carrera Novena, al norte de la capital de la República.

Sobre el arma que llevaba el facultativo, el abogad señaló que “él estaba trabajando, era fin de mes, estaba en algunas diligencias administrativas en el consultorio y le cogió la noche, por eso portaba su arma, porque ese sitio es despoblado, hay antecedentes de que no es lo más seguro y por precaución llevaba su arma”.

Sin embargo, aclaró que el arma estaba amparada por el respectivo salvoconducto y que la portaba de manera ocasional.

«La reacción contra los agresores ocurrió tras recibir golpes con la cacha de un revolver y múltiples heridas con arma blanca…», insistió.

Y dejó en claro que «en este episodio la víctima es el sujeto pasivo del atraco».

Pese a haber sido dejado en libertad, el médico sigue vinculado al proceso abierto por la fiscalía para determinar si efectivamente se trató de una acción en légitima defensa.

Eventualmente el médico sería también procesado por porte ilegal de armas, debido a que en Bogotá están suspendidos los salvoconductos y nadie puede salir a la calle armado.