Misión de Verificación de la ONU advierte obstáculos para consolidar la paz en Colombia por violencia contra firmantes y estancamiento de diálogos con el Eln
–La compleja situación de seguridad en varias regiones del país sigue constituyendo uno de los mayores obstáculos para la consolidación de la paz, advirtió este martes el jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, en el nuevo informe que presentó al Consejo de Seguridad en Nueva York sobre el avance del proceso.
Ruiz Massieu indicó que en algunos territorios, las y los firmantes del Acuerdo y los lideres sociales siguen siendo el blanco de violencia, presiones y amenazas por parte de actores armados que luchan por el control territorial y por rutas estratégicas vinculadas a economías ilícitas.
Además advirtió que es motivo de gran preocupación el estancamiento durante meses de las conversaciones entre el Gobierno y el Eln, lo que condujo a la expiración del cese al fuego bilateral en agosto.
«Lamentablemente, desde que las partes volvieron al enfrentamiento armado, el número de muertos y heridos en ambos lados se ha duplicado en comparación con todo el año durante el que estuvo en vigor el cese al fuego. En medio de recriminaciones mutuas, desafortunadamente se ha perdido la confianza», puntualizó.
No obstante, destacó el anuncio hecho por el Comisionado de Paz de la expectativa de prórroga a partir de este miércoles, por seis meses adicionales, del cese al fuego bilateral con las estructuras del grupo denominado estado mayor central de las Farc.
«Y esperamos que esta medida salve vidas y traiga alivio a las comunidades, y que las partes avancen en la mesa de negociaciones», señaló y añadió que se espera que se produzcan avances en el proceso de diálogo entre el Gobierno y el grupo conocido como Segunda Marquetalia, en tanto las partes tienen previsto celebrar una segunda ronda de conversaciones pronto.
Además indicó que alientan las recientes declaraciones de ambas partes, en las que expresaban su voluntad de reunirse para analizar la forma de superar el actual estancamiento. «Confío en que las partes aprovechen esa oportunidad para empezar a recuperar el impulso de un proceso que había avanzado de forma prometedora antes de llegar a este punto muerto».
El jefe de la misión de verificación de la ONU reseñó igualmente la difícil situación en algunas zonas que sigue impactando la vida de las comunidades que quedan en medio del fuego cruzado y sujetas a fenómenos condenables como el reclutamiento de menores, el desplazamiento y el confinamiento.
Dijo que también preocupan los nuevos fenómenos de control social en particular sobre mujeres y niñas y detalló:
«Escuché testimonios dolorosos sobre mujeres a las que se les dicta inclusive cómo deben vestirse o el color de uñas que deben pintarse».
Explicó que la complejidad y fluidez de las dinámicas de conflicto en varias regiones y la inseguridad que produce para las poblaciones afectadas requiere un abordaje integral y complementario.
Al respecto estableció que, por un lado, es necesario avanzar en la implementación efectiva de las disposiciones de garantías de seguridad del Acuerdo Final de Paz y, por otro lado, dar seguimiento a las medidas acordadas en las distintas mesas de diálogos de paz, orientadas a reducir la violencia y proteger a la población civil.
Al mismo tiempo, consideró importante disminuir la violencia entre actores armados ilegales para el beneficio último de las comunidades. Asimismo, una aplicación efectiva de las políticas de seguridad es complementaria a las iniciativas de diálogo, como parte de una mayor presencia estatal –en todas sus dimensiones– en las regiones más afectadas.
Ruiz Massieue, sin embargo, destacó que en el actual Gobierno Nacional, a dos años de que finalice su mandato –y a medida que se acerca el octavo aniversario del Acuerdo de Paz- se han logrado avances históricos, aunque, subrayó, aún queda mucho más por hacer.
«El plan de respuesta rápida –o “Plan de Choque”– que está desarrollando el Ministro del Interior, con insumos de Comunes, autoridades locales y comunidades de las regiones afectadas por conflictos, es un nuevo instrumento que debería servir para dinamizar la implementación», destacó.
Y añadió: «Acojo con satisfacción los primeros indicios de que el plan se centrará firmemente en la reforma rural para transformar las regiones afectadas por conflictos, así como en reforzar las garantías de seguridad. Me complace que los miembros del Consejo tengan hoy la oportunidad de escuchar directamente al Gobierno sobre el alcance del plan y su impacto previsto en el terreno».
Resaltó, empero, que a pesar de una serie de desafíos, el Gobierno persiste en sus esfuerzos por ampliar el alcance de la paz a través de diversas iniciativas de diálogo.
El comisionado de la ONU hizo un llamado a todos los actores armados a que «demuestren un compromiso sincero con la paz adoptando medidas para proteger a los civiles. Entre ellas, la más importante es el cese del reclutamiento de menores. También es de suma importancia para la viabilidad de los procesos de paz actuales y futuros, que respeten la vida y los derechos de los excombatientes y sus familias que se están reincorporando en la sociedad».
De otro lado, Ruiz Massieu advirtió otro problema en el proceso de implementación del Acuerdo de Paz. «Una financiación adecuada es una condición básica para consolidar y ampliar los avances logrados», indicó, expresando preocupación de que los recursos destinados a las prioridades de la paz «puedan verse afectados por las restricciones fiscales generales que parecen cernirse sobre el presupuesto del Gobierno para el próximo año».
«Con comprensión, pero con la convicción de que no se puede escatimar en la paz, confío en que se harán todos los esfuerzos necesarios, a pesar de esas limitaciones, para garantizar que en el presupuesto nacional se protejan los recursos críticos para la implementación de la paz. Asimismo, hago un llamado a la comunidad internacional para continúe cubriendo brechas críticas con su asistencia sostenida».
Finalmente, Ruiz Massieu hizo las siguientes precisiones:
«Como se destacó durante la celebración de la Asamblea General el mes pasado, los multidimensionales desafíos a la paz y la seguridad en el mundo exigen respuestas cada vez más innovadoras. En este sentido, Colombia sigue brindando valiosas lecciones e inspiración.
Apoyar el proceso de paz de Colombia es un privilegio y una oportunidad única para las Naciones Unidas. En primer lugar, porque a pesar de todo lo que han soportado y de los innumerables contratiempos en el camino, los colombianos y las colombianas mantienen una vocación irrefrenable por la búsqueda de la paz a través del diálogo. Vemos esta determinación en las autoridades de todos los niveles y en toda la sociedad. En segundo lugar, y aunque éste sigue siendo un proceso de paz plenamente nacional, los colombianos y las colombianas han sido increíblemente receptivos al tipo de apoyo que pueden prestar las Naciones Unidas. Esto conlleva una gran responsabilidad. Sigamos, entonces, haciendo todo lo posible para apoyar a Colombia en este difícil pero valiente camino hacia la paz».

