Capturan en Rusia a dos presuntos colombianos con 570 kilos de cocaína; afirman que son del cartel de Cali que ya no existe
–(Imagen ilustrativa Policía Colombia). El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB por las siglas en ruso) informó la detención de «a varios narcotraficantes, presuntos miembros del cartel de Cali, Colombia», que pretendían enviar a la Unión Europea más de media tonelada de cocaína.
Durante un operativo que se llevó a cabo conjuntamente con el Servicio Federal de Aduanas, el comunicado del FSB precisa que fueron «detenidos en flagrante delito varios miembros del cartel de Cali, Colombia», y añade que fueron intervenidos 570 kilos de cocaína que valen 1.500 millones de rublos en el mercado negro mayorista en Rusia [$14,9 millones] y más de 5.500 millones de rublos [$54,6 millones] en el minorista.
También señala que al arresto le precedió una investigación de varios años que derivó en el hallazgo de un camión parcialmente desarmado de origen peruano y la identificación «de dos nacionales extranjeros, presuntos miembros del cartel, que extrajeron de su estructura fardos de cocaína para colocarlas luego en un contenedor destinado a la Unión Europea».
Mientras dura la investigación penal, los detenidos permanecerán en prisión preventiva.
Según el comunicado, se trata del quinto alijo de cocaína de origen latinoamericano destinado al mercado europeo e intervenido en Rusia en lo que va de 2024. (Información Agencia Sputnik).
N.R. El cartel de Cali, que se fortaleció con la muerte del capo del cartel de Medellín Pablo Escobar, ocurrida en 1993, al quedarse con el 80% de la distribución de cocaína a nivel mundial, llegó a su fin en junio de 1995 cuando fue capturado su máximo cabecilla Gilberto Rodríguez Orejuela. Luego cayeron las otras cabezas visibles de la organización, en su orden, Henry Loaiza, Víctor Patiño Fómeque, José Santacruz Londoño. Al mes siguiente se entregó Phanor Arizabaleta, y finalmente, en agosto fue capturado Miguel Rodríguez Orejuela, hermano de Gilberto, y segundo al mando del cartel.
El último capo de la cúpula de esta banda criminal, Helmer «Pacho» Herrera, se entregó el septiembre de 1996 y fue condenado a 14 años de presidio, siendo recluido en la cárcel de Palmira, Valle, en cuyo interior fue asesinado en 1998, por un sujeto que ingresó haciéndose pasar como abogado, durante un partido de fútbol en el patio de máxima seguridad. El sicario resultó ser Rafael Ángel Uribe Serna, tío de los hermanos Calle Serna, líderes de la banda criminal de Los Comba, que posteriormente crearon «los rastrojos», hoy día clan del golfo.
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