Petro responde a informe de la ONU y plantea nueva política de sustitución de cultivos ilícitos por regiones y no por individuos; descarta la fumigación
–En un encuentro en el municipio de Ocaña, Norte de Santander, sobre productividad en la región del Catatumbo, el presidente Gustavo Petro planteó enfocar la política de sustitución de cultivos ilícitos del Gobierno por regiones y no por individuos ni por familias, para contrarrestar el incremento en la productividad de las siembras ilícitas que, según un informe de Naciones Unidas, está ocurriendo en nuestro país.
“La hoja de coca está creciendo en productividad, no en tamaño de los cultivos», advirtió el jefe del Estado. «Entonces, lo que tenemos que proponer es como sustituto, que es nuestra política, sustituir regiones, no individuos, no familias, porque entran inmediatamente en peligro, pues tiene que ser por una producción que incremente también su productividad”, precisó.
El Presidente @PetroGustavo se refirió al aumento de la productividad de la hoja de coca, aclarando que no se trata de una expansión en el tamaño de los cultivos, sino de una falla estructural que debe enfrentarse con procesos de sustitución por regiones, a partir de productos… pic.twitter.com/qThkpkJTDc
— Presidencia Colombia ?? (@infopresidencia) June 26, 2025
El primer mandatario también propuso que Colombia y Bolivia asuman el costo de una medición independiente ante el Comité sobre Drogas de las Naciones Unidas, para que “tengamos una información certera que nos ayudaría en los próximos años a tener un uso útil y benigno de la hoja de coca”.
Frente al informe de la ONU, el presidente Gustavo Petro indicó: “Nos está diciendo es que un año para el otro, del 2022 al 2023, se duplicó la productividad de la hoja de coca por hectárea, en toda Colombia. Eso significa maneras de sembrarla diferente, eso significa fertilizantes diferentes, eso significa variedades de las semillas diferentes”.
Agregó que ese incremento se ha ralentizado. «Realmente creció hasta el 2020 y más o menos ahí se conserva un techo” y se evidencia en otros puntos de América Latina y América Central. Seguro que hay otras zonas que aún no conocemos, aunque admitió que el hecho de que el país llegue a 250 mil hectáreas sembradas “representan más o menos el 60 % del total de cultivos de hoja de coca del mundo que todos están en América Latina”.
Resaltó que lo “importante de ese estudio es la manera como los europeos tratan este tema –y es importante discutirlo–, porque ponen el potencial de producción y se dispara exponencialmente”.
Descartó la fumigación, “que ha sido la gran estrategia usada como posible solución para detener ese incremento ahí, por no sé por cuánto, ¿20 años? Hasta que la prohibieron, pues no funciona, porque cae y mata una cosecha. Pero si se usa glifosato, que es el químico preferido, pues esa cosecha vuelve a nacer y entonces literalmente se está haciendo un negocio con el glifosato”.
Además subrayó: “Necesitamos Ejército, porque esto no es una estrategia ingenua, tiene que ser político – militar. Entre más disminuyan los cultivos de hoja de coca, más paz habrá en la región».
El jefe del Estado estableció que esto «no por culpa de la hoja de coca, eso no tiene la culpa», sino «por culpa del consumo en los países más poderosos de la tierra que no se excusan ante nosotros, sino que nos echan la culpa. Cuando la culpa la tienen son ellos, por consumir”, concluyó.
