a reducción de la confianza en la economía mundial se ha ocupado de las fusiones y adquisiciones, otro golpe de las Juntas Directivas y Directores Ejecutivos que se redujo en los Estados Unidos.
De acuerdo con la más reciente versión del Barómetro de Confianza del Capital de Ernst & Young, basado en una encuesta realizada a más de 1.500 ejecutivos en 41 países de todo el mundo, el 39% de los encuestados cree que la economía mundial está mejorando mientras que el 42% se muestran pesimistas sobre la economía.
Las empresas hoy en día están menos seguras acerca de los beneficios empresariales a pesar de los buenos resultados reportados. La valoración del marco normativo, la disponibilidad de crédito y la equidad y perspectivas del mercado de valores, también muestran menos confianza.
En el mercado local
Según los resultados del Barómetro de Confianza de Ernst & Young, los 5 mejores países para la inversión en el exterior colombiano son Perú, Chile, Brasil, Ecuador y Panamá. Aunque la crisis de la eurozona ha sido fuerte, Colombia no se ha visto directamente afectado por la situación. Las empresas europeas han vendido sus activos en el mercado colombiano para inyectar en sus mercados de capitales. Con la eurozona más lenta, algunos países salieron a buscar compañías para comprar y América Latina es un buen escenario para hacerlo.
Según Andrés Gavenda, Socio líder de Transaction Advisory Services de Ernst & Young Colombia, el crecimiento de Colombia es alto, pero es orgánico, acorde con la situación económica del país. “Colombia es un destino atractivo para la inversión a nivel global, con activos interesantes y con estabilidad jurídica, lo que da una valoración alta de estos activos, Además, Colombia es un país receptor de inversiones, diferenciado de otros países de la región, que demuestra una estabilidad jurídica que le permite al inversor retirar sus dividendos sin una carga tributaria significativa” afirma.
En Colombia los costos administrativos son altos y son el principal reto para la creación de valor, ya que al ser un mercado nuevo todavía no existe la cultura para poder administrar las compañías como se hace en el resto del mundo, sino que al ser empresas familiares, no se cuenta con todos los requisitos requeridos para conseguir recursos y abrir mercados.