
Gerard Piqué negó la acusación de que él y otros compañeros contrataron al menos cinco prostitutas brasileñas para hacer una fiesta privada en el hotel en donde está concentrada la selección española.
Piqué aseguró que toda la información que se ha publicado en un medio brasileño sobre una presunta fiesta en el hotel de la Roja en Recife tras el triunfo ante Uruguay, “es mentira” y se mostró convencido de que saldrá “a la luz” lo que ocurrió en el robo a varios internacionales.
“La Federación ha tomado cartas en el asunto. Todo es mentira. Es muy duro complicarle la vida a los demás. Es una experiencia muy desagradable e inoportuna. Las mentiras siempre salen a la luz”, afirmó Piqué .
Según la web Globoesporte, España celebró su primer triunfo en la Confederaciones con una fiesta privada en su hotel de concentración, el Golden Tulip de Recife y tituló: “Sexo, mentiras y grabaciones”.
La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) emitió un comunicado en el que niega las informaciones publicadas en Brasil sobre esa presunta fiesta en el hotel de la selección en Recife, a la vez que “repudia” lo que considera “calumnias” a los jugadores del equipo nacional.
Según el portal brasileño el día después del duelo ante el combinado charrúa, se informó de un robo a varios jugadores en el Golden Tulip Recife Palace que luego fue desmentido por el jefe de seguridad de la delegación española, Raúl Jiménez, y el gerente del hotel, Eduardo Barbosa. El problema es que la FIFA, sin embargo, ratificó los hechos. Incluso algunos jugadores, entre ellos el propio Piqué, aceptaron que se les había extraviado una suma importante de euros.
Según Globoesporte, la noche anterior, la selección había decidido celebrar el triunfo en el encuentro inaugural ante Uruguay con una cena en su hotel, comida que fue amenizada por una banda de ‘pagode’ (un tipo de samba).
Globoesporte dice contar con testimonios de empleados y miembros de la seguridad del hotel, tras la música, las caipirinhas y las cervezas, un grupo de cinco mujeres subió a las habitaciones de los futbolistas. Cinco jugadores y un miembro de la comisión técnica, según su versión, fueron los ‘anfitriones’. Fue allí donde se llevó a cabo una partida de strip-poker. A la mañana siguiente, cuando las mujeres se marcharon, los jugadores se dieron cuenta de que faltaban mil euros.
En el hotel sentó bastante mal la filtración del robo, así que organizó una reunión en la que los empleados negaron su relación con el hurto. Fue entonces cuando se supo que una cámara de seguridad tenía grabadas algunas imágenes comprometedoras de lo sucedido.
La situación se zanjó cuando Raúl Jiménez, jefe de seguridad de la Federación, volvió a Recife desde Río. Al ver las imágenes, decidió cerrar el caso. La banda de ‘pagode’ sería, al parecer, la que habría traído consigo a las mujeres que habrían jugado la partida de strip-poker con los jugadores.
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