Farc niegan alianza con «clan Úsuga» y piden otra vez el alto al fuego para «parar el desangre»
–La guerrilla de las Farc negó en las últimas horas que tenga alianza con las bandas criminales, entre ellas el llamado «clan Úsuga» y sostuvo que la emboscada en la cual fueron masacrados 7 policías y heridos 8 más, en el sur del departamento de Córdoba fue obra del «bloque Iván Ríos y con nadie más».
«No tenemos alianzas con estructuras del terror estatal como el denominado, por el gobierno y los medios de comunicación, clan de los Usugas», señala un comunicado de ese mismo reducto guerrillero, que a la vez reitera su apoyo a las conversaciones de paz que se realizan con el gobierno en Cuba y pide nuevamente un cese del fuego, según afirma, para «parar el desangre».
En el escrito, titulado precisamente «Con más litros de sangre no se consigue la paz», al negar que estén aliados con el «clan Úsuga», los cabecillas del bloque Ivan Rios de las Farc afirman que «las alianzas del mencionado grupo paramilitar son con la institucionalidad, con las fuerzas militares y de policía, no con la insurgencia» y agregan:
«Así que el combate, en el sur de Córdoba, fue con guerrilleros del Bloque Iván Ríos y con nadie más. Aclaramos, además, que el comandante Isaías Trujillo no tiene parentesco con los jefes de la banda parainstitucional en mención. Que coincidan en el apellido no representa algún vínculo familiar».
Dicen que desde que las Farc iniciaron los diálogos con el actual gobierno, «hemos alimentado la esperanza de que podamos, con el conjunto de las mayorías nacionales, sellar un pacto de paz hacia la reconciliación y reconstrucción de la patria en el terreno de la justicia social».
Añaden que «desde que se iniciaron los acercamientos con el gobierno, para la instalación formal de las conversaciones, nuestra dirección planteó lo improcedente de conversar bajo el imperativo de la confrontación armada. Pero se impuso la perversa fórmula del presidente Santos de sumarle más víctimas al conflicto, y adelantar las conversaciones dentro de la dinámica de la guerra. En esas condiciones, impuestas por el gobierno, el charco de sangre que produce el enfrentamiento armado se hace cada día más extenso…».
Además subraya que el gobierno, «solicita, a diario, un número mayor de litros de sangre, al ordenar a sus mecanismos de violencia “arreciar y arreciar” contra la insurgencia».
Finalmente, señala: «Ahora que se discute el tema de las víctimas en la Habana, es el momento de implementar urgentemente el cese el fuego bilateral, como parte del respeto y la dignidad que las víctimas llevan sobre sus hombros; hay que parar el desangre. El gobierno no puede seguir utilizando a las víctimas que arroja el conflicto, como bandera política para manipular opinión y sacarle ventajas a la guerrilla. Si se mantiene esta dinámica se dinamita el proceso y es lo que menos desea la nación».
Los comentarios están cerrados.