Alegría y tristeza. Esas fueron las dos caras que se observaron este domingo en la cancha del estadio Palogrande. Por un lado, Once Caldas salió victorioso, se volvió a meter al grupo de los ocho mejores de la Liga Águila II; y por el otro, el drama estuvo en las filas del Cúcuta, que cayó 1-0 y con ese resultado se irá a jugar nuevamente en la Primera B del fútbol colombiano en la temporada 2016.

El gol de Patricio Pérez, al minuto 60, sentenció a los ‘motilones’, que habían logrado el ascenso a la A en enero del presente año.

El equipo local salió con la clara intención de ganar el encuentro. Si bien Once Caldas creó varias oportunidades para irse arriba en el marcador, cuando no fallaban los tiros Óscar Estupiñan o Marlon Piedrahita, era el arquero de Cúcuta, Miguel Vargas, el encargado de ahogar los gritos de gol en el Palogrande.

Por la forma en que jugó Cúcuta, parecía que no estuviera en riesgo de descender. Puesto a que generaron pocas oportunidades de gol y cometieron varios errores en defensa. Se dedicaron más a jugar al pelotazo y a esperar el error del rival. Prueba de ello es que José Fernando Cuadrado, arquero de Once Caldas, tuvo poco trabajo.