De acuerdo con la Administración Distrital, la violencia y discriminación en la ciudad de Bogotá hacia las mujeres lesbianas ha disminuido en los últimos cuatro años.
Según con la última medición de la Línea Base de la Política Pública LGBTI, esa percepción de vulneración se ha reducido en 36 puntos porcentuales, pues mientras en 2010 el indicador era de un 98.6%, en 2014 bajó a 62,6%.
Las mujeres encuestadas revelaron que son más aceptadas en la ciudad y cuando sus derechos son transgredidos es en doble vía, tanto por su orientación sexual como por su género. Es decir, por ser mujeres y por ser lesbianas.
Para Juan Carlos Prieto, director de Diversidad Sexual de la Secretaría de Planeación, “las mujeres lesbianas empiezan a sentirse más empoderadas en la ciudad. Sin embargo, sobre ellas se sigue ejerciendo una violencia en razón a su orientación sexual, pero también a su género”.
“Existe una violencia intrafamiliar en los hogares homoparentales, nos referimos a violencia de pareja, pero también en el ámbito familiar. Son sus familias, por lo general, los principales victimarios de las mujeres lesbianas, quienes pareciera buscan a toda costa corregirles ese ‘daño’, como lo llaman. Muchas de ellas han sido víctimas de violaciones ‘correctivas’”, indicó Prieto.
Frente a su derecho a la salud, el 8% de las mujeres lesbianas encuestadas indicaron que este derecho no les ha sido garantizado. Aunque se evidencia que poco acceden a los servicios de salud por miedo a ser discriminadas y a la falta de una atención diferencial.
“Las mujeres lesbianas tienen problemas de salud muy fuertes asociados a la no existencia de protocolos de atención diferencial que les impide que asistan periódicamente a exámenes para detectar, por ejemplo, el Cáncer de Mama o el Cáncer de Cuello Uterino. Precisamente por tener el miedo de ser objeto de discriminación y de preguntas no apropiadas en relación a su orientación sexual o la invisibilidad de su orientación sexual en los procedimientos médicos”, explicó el funcionario.
Refiere a la discriminación en el ambiente laboral, en 2014 las mujeres lesbianas fueron víctimas de alguna forma de discriminación, rechazo, maltrato o agresión relacionado con su orientación, identidad o expresiones de género. Un 10.7% de ellas lo expresaron, en tercer lugar después de hombres gays y mujeres transgeneristas.
“Puede que ingresar a un trabajo no sea el problema, como les pasa a las mujeres transgénero. Es ya en el ambiente laboral, en la cotidianidad, donde al visibilizar su orientación sexual no son comprendidas, y por ello son víctimas de discriminación y acoso y se les vulnera o no se les permite el ascenso y no se les tiene en cuenta para las decisiones de trabajo en equipo”, explicó el funcionario.



