Conflicto Armado

Paramilitares asesinaban e incineraban a sus victimas para desaparecer la evidencia

Los grupos paramilitares asesinaban y luego incineraban a sus victimas para desaparecer toda evidencia, según lo confesó el cabecilla de las autodefensas Ivan Laverde Zapata, alias “El Iguano”.
Ante un juez de Justicia y Paz el paramilitar reveló la existencia de por lo menos dos hornos de barro, en el cual eran cremados los cadáveres.
Alias ‘El Iguano’ revelo que uno de los hornos fue construido en el 2001, en un sitio llamado Juan Frío, en zona rural del municipio de Villa del Rosario, muy cerca de la ciudad de Cúcuta.
Según el jefe del llamado Bloque Fronteras de las Autodefensas, en este horno incineraron 28 cuerpos.
Otro horno fue construido, por orden suya, en el año 2003 en una finca llamada Patolandia en la misma zona, cercana a la frontera con Venezuela.
‘El Iguano’ confesó, además, que en el 2003 dio la orden de construir otro horno en una finca llamada Patolandia, en el cual se habrian cremado unos 100 cadáveres de personas señaladas como miembros de la guerrilla y delincuencia común, entre ellos presuntos extorsionistas y violadores.
Laverde Zapata manifestó que los hornos se construyeron ante el riesgo que suponía sepultar en fosas comunes a sus víctimas, y para no dejar ningun rastro de los cuerpos.

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