El presidente de Bolivia, Evo Morales, se quejó de la forma en que fue tratado después de que su avión fuera desviado a Viena debido a sospechas de que trasladaba al informático estadounidense prófugo Edward Snowden, y señaló «No soy un criminal».

El avión presidencial boliviano tuvo que enfrentar una estadía obligatoria de 14 horas en el aeropuerto de la capital austríaca, después de que Francia, Italia y Portugal negaran el ingreso de la nave oficial a su espacio aéreo.

Responsables bolivianos y austríacos dijeron que Snowden no se encontraba a bordo del aparato que llegó de Moscú el martes por la noche, aunque por el momento el avión no ha sido registrado.

Morales dijo a la prensa que Madrid había pedido inspeccionar su avión antes de darle la autorización para entrar a su espacio aéreo, pero que él se negó porque sería una violación de la legislación internacional.

El presidente de Bolivia se encuentra en la tarde de este miércoles el camino de regreso a su país, tras reponer combustible en las Islas Canarias, partió hacia la ciudad brasileña de Fortaleza, última escala antes de que aterrice en La Paz en las próximas horas.

Morales estuvo varado casi 14 horas en Viena porque, según denunció, Francia, Italia, España y Portugal impidieron que sobrevolara su espacio aéreo o aterrizara en su territorio en su retorno a Bolivia ya que se pensó que llevaba a bordo al ex agente de inteligencia estadounidense Edward Snowden, buscado por su país por filtrar información confidencial.

Santa Fe con agencias