El entrenador del Atlético de Madrid, ha sido suspendido por un total de ocho partidos, divididos en cuatro sanciones, por el Juez Único de Competición debido al incidente que el técnico argentino protagonizó en el partido de vuelta de la Supercopa española.

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) sancionó al ex mediocampista con cuatro juegos de castigo por golpear en la nuca al cuarto árbitro, más dos por protestar, uno por aplaudir la decisión de su expulsión y otro por entregar instrucciones desde las gradas.

Además el argentino deberá pagar una multa de 4.805 euros por su “show”, 3.005 por los golpes que le propinó al cuarto árbitro en la nuca, 600 por protestar, otros 600 por aplaudir luego de ser expulsado del campo de juego y los últimos 600 por las instrucciones dadas desde las graderías.

El juez David Fernández Borbolán redactó en el acta lo sucedido: «En el minuto 25 expulsé al entrenador del Atlético de Madrid por protestar de forma ostensible con los brazos en alto, saliendo del área técnica en repetidas ocasiones, haciendo caso omiso a las instrucciones del cuarto árbitro que en varias ocasiones le advertía que cesara en su actitud».

Y agregó «Una vez expulsado, se dirigió al cuarto árbitro golpeándolo con la mano abierta en la cabeza, en dos ocasiones. Posteriormente y antes de retirarse a vestuarios aplaudió en varias ocasiones en señal de disconformidad por la decisión tomada».

Así mismo el técnico pidió perdón por su comportamiento en una conferencia de prensa posterior al encuentro «Pedí disculpas. Cuando uno comete un error, las disculpas son buenas, porque uno acepta un error. Exageré en la petición de que Juanfran entre rápido y el árbitro eligió y decidió sacarme del partido».

Si los servicios jurídicos del Atlético no consiguen rebajar la sanción impuesta a Simeone, mediante un recurso al comité de apelación o de ser necesario frente al Tribunal Administrativo del Deporte, el argentino no podrá estar en el banco hasta el 28 de septiembre.