Más de 2.700 casas resultaron afectadas y casi 1.000 personas damnificadas tras las fuertes lluvias que se registraron en Quibdó, Bucaramanga y Sabanalarga (Atlántico).

En el municipio de Sabanalarga, un vendaval acompañado de fuertes lluvias dejó 170 familias damnificadas luego de que la potencia del fenómeno lograra tumbar hasta las paredes de algunas viviendas.

La emergencia dejó dos heridos: una mujer y su hijo, menor de edad. Los habitantes de Sabanalarga se quedaron sin servicio de energía, y en las vías solo avistaban árboles caídos y techos desplomados.

“Se registraron 145 viviendas afectadas en el casco urbano de Sabanalarga, de las cuales, tres colapsaron casi en un 70% de su estructura. En el corregimiento de La Peña, tenemos un reporte inicial de 23 viviendas, de las cuales hoy se va a continuar inspeccionado debido a que anoche no se pudo porque no había servicio de energía”, aseguró Édinson Palma, subsecretario de Prevención y Atención de Desastres.

En Quibdó, 600 familias quedaron damnificadas y 2.500 viviendas afectadas tras un fuerte vendaval que se llevó a su paso lo que encontraba.

El gobernador del Chocó, Johanny Alberto Palacios, informó que 6 comunas afectadas, 57 barrios, 7 instituciones educativas y varias públicas. Y, anunció que se declaró la calamidad pública en la capital del departamento del Chocó.

Por su parte, en Bucaramanga una potente granizada acompañada de una tormenta eléctrica y lluvias que parecían no cesar causaron inundaciones y caos en la movilidad. Hasta el momento no se reportan víctimas.