Tema del Día

Día de la Madre Tierra: ONU urge enfrentar con decisión la contaminación, el cambio climático y la sobrexplotación de los recursos naturales

–No hay Planeta B. La Tierra es el único hogar que tenemos y es por ello que es tan importante cuidarlo, afirma la Organización de Naciones Unidas, ONU, con ocasión del Día de la Madre Tierra que se conmemora este lunes.

La contaminación, el cambio climático y la sobreexplotación de los recursos están amenazando cada vez más nuestra única fuente de sustento, agrega.

En el Día de la Madre Tierra la ONU destaca una serie de historias encaminadas a crear conciencia sobre la importancia de reciclar, reutilizar y apreciar nuestro planeta.

Según la ONU, estas son las prioridades para salvar el planeta:

Acabar con el actual consumismo insostenible, recuperar la biodiversidad que estamos perdiendo a pasos agigantados y afrontar de una vez el cambio climático.

“Nuestro uso de la tierra y los recursos para alimentar nuestra economía conduce a la destrucción de ecosistemas y hábitats vitales”, aseguró la vicesecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, quien agregó:

“Nuestra solución para salir de estos ciclos insostenibles de consumo y producción es clara: debemos cambiar nuestra percepción de que el progreso económico requiere un agotamiento de los recursos naturales. Debemos centrarnos en crear productos con pocos componentes y productos que duren, en lugar de lanzarlos después de un solo uso. Debemos asegurarnos de que cada producto roto, desechado o agotado se pueda reciclar o reutilizar, en lugar de terminar en un vertedero o en un lado de una carretera. Y debemos apoyar el recrecimiento de todos los recursos renovables, para garantizar que estén disponibles para las generaciones futuras.

Estas son las alertas de la ONU:

Miles de muertos, millones de desplazados… los efectos del cambio climático se aceleran

Los dos millones de desplazados, los 49.000 millones de dólares en pérdidas, los 1600 muertos en incendios forestales o el aumento del hambre debido a las sequías son algunas de las consecuencias que nos dejó el calentamiento global en 2018. En total, casi 62 millones de personas estuvieron expuestas a peligros naturales por su causa. António Guterres pide medidas concretas en lugar de discursos; entre ellas, acelerar la transición a las fuentes de energía renovables.

Reducir el calentamiento global en 0,5°C, la diferencia entre la vida y la muerte

Un aumento de 10 centímetros en el nivel del mar, un océano Ártico sin hielo en el verano y la extinción de los arrecifes de coral se pueden evitar si se logra limitar el aumento de las temperaturas a un 1,5 °C en lugar de 2°C para 2100. Para esto se necesitarán medidas rápidas y sin precedentes. “Los próximos años serán los más importantes de nuestra historia”, ha dicho un grupo de expertos.

Compromiso mundial para reducir los plásticos de un solo uso

Cada minuto se compran un millón de botellas de plástico y, al año, se usan 500.000 millones de bolsas. Ocho millones de toneladas acaban en los océanos cada año, amenazando la vida marina. La asamblea medioambiental de la ONU terminó con una declaración en la que más de 200 países se comprometen a reducir el uso de plásticos de aquí a 2030.

La degradación del medio ambiente provocará millones de muertes prematuras

Nuestra salud estará cada vez más amenazada si el mundo no toma medidas urgentes para frenar y reparar los graves daños causados al medio ambiente. La contaminación del agua, del aire y los desechos químicos amenazan la integridad de los seres humanos y hasta su capacidad para reproducirse.

Las mujeres, la fuerza que el medio ambiente necesita

En un tiempo en que el cambio climático y los desastres naturales amenazan más que nunca el futuro de la humanidad, es momento para que las mujeres alcen la voz y sean escuchadas. Su relación con el medio ambiente y su sensibilidad en la gestión de los recursos naturales son un tesoro que aún está por descubrir.

La biodiversidad que nos alimenta está gravemente amenazada

Un estudio de la FAO revela que el consumo insostenible de plantas y animales, silvestres y domésticas, así como de otras especies que apoyan la producción alimentaria, está conduciéndolas a su extinción, lo que pone en grave peligro el futuro de los alimentos y medios de subsistencia, así como nuestra salud y el medio ambiente.

Estamos hirviendo vivos los arrecifes de coral

Los arrecifes de coral han sobrevivido la extinción de los dinosaurios, la era del hielo y otros cambios ambientales masivos, pero ¿sobrevivirán a la humanidad del siglo XXI?

El panorama no es muy prometedor, dicen los científicos, quienes han determinado que para 2050 casi el 90% de estos super ecosistemas, que entre otras cosas proporcionan el hábitat del 25% de las especies marinas, así como medios de vida y valor para cientos de millones de personas, podrían estar extintos.

¿Qué es la economía circular y cómo cuida del medio ambiente?

La economía circular podría reducir hasta un 99% los desechos de algunos sectores industriales y un 99% de sus emisiones de gases de efecto invernadero, ayudando así a proteger el medio ambiente y combatir el cambio climático. Pero ¿qué es la economía circular?

Adriana Zacarías, la coordinadora regional de Eficiencia de Recursos para América Latina y el Caribe de ONU Medio Ambiente, explica este concepto para que todos podamos entenderlo.

“Básicamente, sería decir que tenemos que inspirarnos en la naturaleza en donde no existe el concepto de desperdicio. Todo lo que la naturaleza genera es un insumo o alimento para otro organismo. Pensemos en el bosque, las hojas de un árbol se convierten en abono para la tierra; un animal muerto, llega otro y lo come. Todo es un flujo cerrado en lo que todo fluye”.

Es necesario cambiar la forma en la que actualmente producimos y consumimos.

Zacarías añade: “Lo que la economía circular nos dice es que es necesario cambiar la forma en la que actualmente producimos y consumimos, que está basada en una economía lineal de extracción-producción-consumo-desperdicio. Lo que queremos es pasar a una economía circular en la que tenemos que cerrar los ciclos de producción y mantener un flujo constante de recursos naturales”.

El costo ambiental de estar a la moda

Confeccionar unos jeans requiere unos 7500 litros de agua, el equivalente a la cantidad de ese líquido vital que bebe una persona promedio en siete años. Ese es sólo uno de los varios hallazgos alarmantes de un estudio ambiental reciente que revela que el costo de estar siempre a la moda es mucho más caro que el precio monetario que pagamos por ello.

Los datos de la UNCTAD indican que el rubro del vestido utiliza cada año 93.000 millones de metros cúbicos de agua, un volumen suficiente para satisfacer las necesidades de cinco millones de personas, y que también cada año se tiran al mar medio millón de toneladas de microfibra, lo que equivale a 3 millones de barriles de petróleo.

Además, la industria de la moda produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y envíos marítimos internacionales juntos, con las consecuencias que ello tiene en el cambio climático y el calentamiento global.

El modelo dominante en el sector es el de la “moda rápida”, que ofrece a los consumidores cambios constantes de colecciones a bajos precios y alienta a comprar y desechar ropa frecuentemente. Como consecuencia, la producción de prendas de vestir se duplicó en el periodo de 2000 a 2014. Muchos expertos, incluidos los especialistas de la ONU, consideran que esta tendencia es responsable de una amplia gama de efectos negativos en el ámbito social, económico y ambiental, y subrayan la importancia de garantizar que la ropa se fabrique de la manera más sostenible y ética posible.

ONU Medio Ambiente considera que, si se promoviera un cambio en las formas de consumo mediante medidas como el mejor cuidado de la ropa y los programas de reciclaje y devolución, se podría tener un mayor impacto, y que con sólo duplicar el tiempo que usamos cada prenda de vestir podríamos reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero que produce la industria de la moda.

En cualquier caso, para que esto suceda los vendedores y los consumidores tendrían que renunciar al modelo de “comprar, usar y desechar”, y reconocer que, por el bien del planeta, cuando se trate de moda, menos es más, y la necesidad de reconvertir el modelo hacia una economía circular.