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Antonio García Moreno, comandante del ELN, fue capturado en Ecuador

ELN

El diario El Comercio de Ecuador, revela hoy en su edición digital que el comandante del Ejército de Liberación Nacional, ELN, “Antonio García Moreno” fue capturado por autoridades de ese  país.

Willington Claro Arévalo, verdadero nombre de alias Antonio García Moreno, estaría siendo investigado desde hace algún tiempo por autoridades ecuatorianas que finalmente lo capturaron.

Según el diario ecuatoriano, al momento de la captura, el comandante del Eln negó ser Antonio García y además portaba documentos que lo identificaban con el nombre de otra persona. Sin embargo, su fisonomía reveló que efectivamente se trataba de Willington Claro Arévalo, alias “Antonio García”.

Su paso por la guerrilla no solo le dejó el  alias de  comandante «Antonio», sino también un muñón en su pierna derecha, la pérdida del ojo derecho y del dedo meñique derecho. Además, cuatro dedos de su mano izquierda son rígidos. “Con esos detalles era imposible no hallarlo”, dice uno de los uniformados ecuatorianos.

En ocasiones era el colombiano Janed Rivera o Guillermo León y, en otras, el ecuatoriano José Alcívar o Jaime López. Pero la Policía ecuatoriana fue alertada de sus señas particulares. Para los agentes era difícil confundirse de blanco, así que los servicios de Inteligencia empezaron la búsqueda.

Claro nació el 25 de noviembre de 1973 en la población colombiana de Ocaña, al norte del departamento de Santander.

Desde su juventud, según la Policía colombiana, se unió al Ejército de Liberación Nacional (ELN), el segundo grupo subversivo más importante de ese país, detrás de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Desde el 22 de mayo del 2006, el Gobierno de Álvaro Uribe lo colocó en la lista de la Interpol, como requerido por la Justicia. En la página oficial de la Policía Internacional aparece con clave de difusión roja, usada para los personajes más buscados.

Allí está calificado como una persona armada, peligrosa y violenta. Asimismo, se señala que es miembro del Frente Urbano Resistencia Yariguies del ELN, que opera en el sur de Colombia. Y consta imputado por supuesto terrorismo y tráfico de armas.

Claro no puede caminar bien y, según el seguimiento fotográfico que se le realizó, sus características físicas concuerdan con la ficha de la Interpol. La investigación ecuatoriana se inició en abril, luego de que se confirmó su presencia en el país. Agentes lograron detectar sus movimientos y su residencia, que estaba ubicada en el valle de Tumbaco, en Quito.

Verificaron que entró al Ecuador en enero y que desde ese mes había participado en varios foros sociales, como el II Congreso de la Coordinadora Bolivariana.

El sospechoso vivía en una casa de dos pisos. Los policías montaron guardia en ese inmueble durante varios días. Además, lo siguieron y fotografiaron, para saber con quién se reunía, según el reporte investigativo.

Su seguimiento tuvo un giro el pasado 6 de mayo. Según sus custodios, el hombre salió de la casa con maletas de viaje. “Tenía previsto dejar el país y viajar a Perú. Planificó ir por tierra hasta Huaquillas y cruzar la frontera”.

Convencidos de que perderían su pista, decidieron detenerlo, con base en la disposición de Interpol y con una orden de captura emitida por el juez quinto de lo Penal de Pichincha, Luis Fuentes.

El arresto se cumplió en plena terminal terrestre. En el operativo, además, fueron detenidos los ecuatorianos Diana C., Carlos A., Juan J. y Germán C. Sin embargo, ellos fueron liberados luego de que rindieron sus versiones.

En la captura, Claro presentó la documentación que lo identificaba como Guillermo León. Esos certificados fueron una cédula colombiana de identidad, una tarjeta Andina de Migración, un pasaporte y un carné de prensa. Todos aparentemente legales.

Aseguró a la Policía ecuatoriana que cometía una equivocación, que era un periodista colombiano, de medios alternativos, para temas de ecología y lucha social.

Los documentos obligaron a los investigadores a ampliar su trabajo. Junto al fiscal de la Unidad de Delitos Misceláneos, Francisco Noboa, pidieron una orden para requisar su casa. La disposición tuvo luz verde al día siguiente.

Cuando entraron a la casa, señala el expediente fiscal, se hallaron varios documentos y videos de entrenamiento subversivos, mapas… Posiblemente su afecto por la guerrilla lo traicionó. Se encontró una camiseta negra con la leyenda: Esta Linda Nación. En las siglas impresas con tinta roja se lee ELN.

Además, encontraron documentos de contratos supuestamente firmados por el imputado, pero con otro nombre, y un pasaporte donde está su foto, pero datos con otra identidad.

Entonces, su orden de captura se oficializó, luego de una audiencia de confrontación de cargos. En ella, los acusadores dijeron que el detenido y la persona que está en los archivo de la Interpol es la misma. La orden formal de prisión la dictó el 9 de mayo el juez Flores.

Claro está recluido en el penal García Moreno de Quito. En su contra se abrió una instrucción fiscal por presunto uso doloso de documentos. En el caso de su presunta vinculación con el ELN, el fiscal Noboa espera que se remita desde Colombia el registro de sus huellas dactilares y que se cumplan otras inspecciones a las evidencias decomisadas.

La próxima semana será citado para que entregue su declaración, pues tras ser capturado no dijo otra palabra. El sospechoso se acogió al derecho al silencio.