Internacional

«Por favor, matadme»: Vince Weiguang Li

Vince Weiguang Li, el asesino

Vince Weiguang Li, el asesino que propinó más de 40 puñaladas y decapitó a Tim McLean, un joven canadiense, en un autobús el pasado miércoles ha comparecido por segunda vez en el juzgado. A diferencia de la primera vez, cuando no pronunció ninguna palabra y se presentó sin ninguna representación legal, esta vez ha hablado. En un susurro, Li ha pedido: «Por favor, matadme».

A esperas de la evaluación psiquiátrica, un desajuste psicológico es la opción más probable por la que Li, calificado como «un trabajador amigable y leal», decidiera convertirse en el protagonista de esta historia real al más puro estilo de Hollywood. No obstante, el Pastor Tom Castor, que ayudó a Li en los primeros momentos de vida en Canadá dijo que «nunca presentó ningún síntoma de ira o problemas emocionales». Además, no tenía antecedentes penales en su país de origen. Por su parte, Anna Li, esposa del asesino, se encuentra «asustada con todo lo que ha pasado y ha abandonado el apartamento en el que vivía con su marido», afirma el pastor.

«Estaba completamente calmado, como si fuera un robot». Así es como han descrito los testigos del crimen la actitud de Vince Weiguang Li al asentar las más de 40 puñaladas. Las armas empleadas fueron un cuchillo y unas tijeras, con las que procedió a decapitar y, según las grabaciones policiales, comer partes del cuerpo de Tim McLean. Según estos mismos testigos, antes de que la policía arrestara a este inmigrante chino, emigrado a Canadá hace cuatro años, éste se paseó con la cabeza del joven de 22 años en la mano.