Nacional Política

Andrade baila en la cuerda floja

En la cuerda floja se encuentra hoy el presidente del Congreso de la República, Hernán Andrade, como consecuencia del préstamo de 250 millones de pesos en efectivo que recibió del cerebro del saqueo a la Caja Nacional de Previsión Social, Cajanal, Armando Cabrera.

Congresistas liberales, encabezados por Hector Helí Rojas, afirmaron que frente a estos hechos, a Andrade no le queda otra alternativa que renunciar a la presidencia de la corporación para asumir la defensa de sus actuaciones.

El ex-fiscal Alfonso Gómez Méndez dijo que en este como en otros casos que han escandalizado al pais, se deben asumir responsabilidades políticas, con los efectos que estas conllevan.

Gómez Méndez destacó que curiosamente solo en el futbol se asumen responsabilidades políticas, pues el técnico que no da resultados, renuncia. «En Colombia nadie se cae por embarradas políticas», subrayó el exfiscal, quien anuncio que precisamente se propone escribir un ensayo sobre este tema.

El nuevo escandalo estalló por las revelación que hizo la revista Semana, la cual señalo que Andrade, puso su firma y su huella en dos pagarés que no dicen ni cuándo ni cómo va a pagar la deuda que adquirió, dos y cinco días antes de ser elegido senador.

La publicación establecio que la historia se comenzó a destapar el 25 de octubre de 2007, cuando un grupo de agentes del DAS allanó una oficina en Neiva en busca de pruebas para la investigación del desfalco a la Caja Nacional de Previsión Social (Cajanal) y encontraron lo que para ellos era una verdadera mina de información: decenas de títulos, escrituras, letras de cobro, pagarés y promesas de compraventa.

La mayoría de esos papeles pertenecen a Armando Cabrera Polanco y Jeiner Guilombo, quienes figuran en los expedientes de la Fiscalía como cerebros del desangre de Cajanal.

“Todo indica que cuando se vieron perseguidos y para evitar que las autoridades descubrieran ese tesoro de su contabilidad, le pidieron a un abogado de su confianza que se llevara todos los papeles y se encargara de todo lo relativo a sus cobros de cartera. Ese hallazgo ha sido para los investigadores del caso del descalabro de Cajanal tan significativo como fue el computador de ‘Jorge 40’ para el escándalo de la para-política” precisa la revista.

Andrade hizo dos prestamos: uno el 7 de marzo de 2006, por 150 millones de pesos, y el otro, del 10 de marzo del mismo año, por 100 millones de pesos.

La publicación destaca que al revisar los pagarés llaman la atención varias cosas. En primer lugar, sólo aparecen los datos básicos de nombre, monto del préstamo y firma del deudor, pero quedan en blanco casillas fundamentales para este tipo de transacción, como la tasa de interés, la fecha de pago y las condiciones del mismo. Es decir, se trata de un pagaré en blanco.

En segundo lugar, la fecha de los préstamos. No sólo hay una diferencia de apenas tres días entre los dos préstamos, sino que dos días después de que Armando Cabrera le entregó los últimos 100 millones de pesos, el congresista Hernán Andrade se jugaba en las urnas su elección como senador de la República.

Y en tercer lugar, es curioso el hecho de que el dinero se haya entregado en efectivo. Por lo menos en Colombia, la entrega de grandes sumas de dinero líquido, a escasos días de una jornada electoral, trae a la memoria recuerdos muy poco gratos.

¿Por qué Hernán Andrade recurre a este tipo de préstamos tan poco ortodoxos? ¿Y justo en ese momento?, pregunta Semana y añade: En el menos grave de los escenarios, se trataría de una simple ligereza de Andrade.

“ No queda bien que un congresista se le mida a hacer este tipo de transacciones tan informales con un particular. Sin embargo, comienzan a despertarse serias sospechas si se tiene en cuenta que Armando Cabrera, para la fecha del préstamo, ya tenía a cuestas una condena a siete años de prisión. La condena se la impuso un juez en septiembre de 1997 y fue ratificada en casación por la Corte Suprema de Justicia, porque desde 1991 ya había comenzado a poner en práctica su invento de cobrar las pensiones especiales, con una prueba piloto de 92 maestros en Cajanal. Es decir, el primer desfalco”, advierte la revista.

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