Este abogado de Delaware lleva más de la mitad de su vida en el Senado, y, en cierto modo, será para Obama lo que Cheney para Bush: un viejo tiburón que le ayudará a mover los hilos del Congreso, sólo que mucho más directo y liberal.

Conocido por su carácter firme y determinación, se ganó definitivamente el título de ‘Rambo’ al presidir la campaña electoral del 2006 que devolvió al Partido Demócrata el control del Congreso.

Con la ambición y el empeño para romper los límites impuestos a las mujeres, y aunque no será la primera presidenta de EEUU, será una voz clave en el nuevo Gobierno del país como secretaria de Estado.

El político, que ha trabajado para seis presidentes distintos, atiene por delante la misión de encauzar la guerra de Afganistán y preparar el fin de la presencia militar en Irak al frente del Pentágono.

Considerada una de las mujeres más importantes de EEUU, antes de asumir su cargo como gobernadora de Arizona ya había hecho historia en 1998 al convertirse en la primera fiscal general del estado.

Respetado veterano de la política y los tribunales, trabajó durante muchos años como fiscal federal, una labor en la que se labró una reputación de enemigo de la corrupción en el sector público.

Este condecorado militar, que ha trabajado para gobiernos demócratas y republicanos, comparte con el presidente electo las prioridades para la política exterior, la diplomacia y el uso de la fuerza por parte de EEUU.

El actual presidente de la Reserva Federal de Nueva York, ofrecerá un tono fresco y rejuvenecedor al cargo y tendrá que hacer frente a los devenires financieros que todavía quedan por llegar.

Secretario del Tesoro en el Gobierno del ex presidente Bill Clinton, jugará un papel amplio al elaborar la política económica y coordinar a los asesores de su Gobierno.

Trabajó para la campaña de Obama cuando éste se postuló para un escaño en el Senado en 2004 y fue su director de comunicaciones durante su permanencia en la Cámara alta.

Presidió la Reserva Federal de EEUU entre 1979 y 1987, bajo las administraciones de Jimmy Carter y Ronald Reagan, tras haber presidido durante cuatro años la Fed de Nueva York.

El gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, es quizá el demócrata latino más influyente del país, un político afable y astuto que está bien visto por los empresarios del país.

El ex jefe del Ejercito de EEUU, que fue cesado del cargo por sus discrepancias sobre la invasión de Irak, será el encargado en el gobierno de Barack Obama de velar por el cuidado de los 23,4 millones de veteranos de guerra que hay en el país.

El ex senador encabeza el grupo de trabajo sobre la reforma del sistema de Salud Pública dentro del equipo de transición. Para ello, mantendrán reuniones en todo el país para identificar lo que los ciudadanos comunes consideran los mayores problemas del sistema actual.

Se trata de un experto en el tema, que estuvo a cargo de la cartera de hipotecas para personas de bajos ingresos en la compañía financiera Prudential Mortgage Capital Company. Previamente, trabajó en la investigación de los programas federales de vivienda en las universidades de Nueva York y de Harvard.