Un número aún no determinado de muertos, 10 heridos y seis cadáveres rescatados era el balance anoche del trágico accidente que se presentó en la Vía Medellín – Chocó en inmediaciones de la vereda Santa Ana, del municipio Carmen de Atrato (Chocó).
Desde muy temprano el día de hoy y con la necesaria ayuda de aeronaves continuará el rescate de los cuerpos del accidente más grave ocurrido en Colombia en los últimos dos años.
La pesadilla
El bus de Rápido Ochoa, de placas SYK 860, salió de la Terminal de Medellín el lunes 2 de febrero rumbo al departamento de Chocó con 32 pasajeros. Esta cifra ascendería a medida que vehículo de servicio público tomaba carretera.
En Ciudad Bolívar y el sitio El Siete, se montaron otras personas, algunas de ellas paradas, dijo uno de los sobrevivientes, por lo que se estima que el número de pasajeros alrededor de 40.
El bus tomó carretera para recorrer los casi 100 kilómetros de la vía que une a Quibdó con El Carmen de Atrato, en donde los baches, caídas de banca y deslizamientos son una constante.
Al paso por la vereda Santa Ana de Carmen de Atrato el automotor se topó con un alud de tierra caído en un sitio en donde la vía es muy estrecha y por hacerle el quite cayó al abismo.
El accidente ocurrió entre la 1:00 y las 2:00 a.m. La Policía de Carreteras fue alertada a eso de las 7:00 a.m. por personas que escucharon los gritos de auxilio de algunos sobrevivientes y acudió al lugar.
«Me despertaron los gritos. Todo se oscureció. No sé en qué momento salí del bus porque perdí el conocimiento. Cuando desperté estaba en una playa, el río me arrastró y al rato me rescataron», afirmó Jorge Luis Córdoba, de 23 años, herido en su hombro izquierdo y con un golpe fuerte en la cabeza pero sobreviviente a la caída del bus a un abismo de 150 metros que acaba en el río Atrato.
El rescate
John Montoya, socorrista voluntario del Cuerpo de Bomberos de Carmen de Atrato, estuvo en el grupo que primero llegó al lugar de la tragedia, a las 9:00 a.m. de ayer
«Escuché gritos de los heridos, pedían auxilio pero no pudimos hacer mucho por falta de material de trabajo. Llegué en una moto y luego bajé al abismo y encontré un soldado profesional que estaba bastante aporreado», afirmó Montoya, quien logró sacar al herido gateando.
Mientras descansaba en una de las ambulancias, las cuerdas amarillas trajeron a la superficie, 14 horas después del accidente, a Juan de Dios Balbín Urrego: trabajador de la Secadora de Energía del Chocó, quien tomó el bus de Rápido Ochoa a las 10:30 p.m. del lunes en el sitio El Siete. En la vía lo esperaba su cuñado, Jhon Jaramillo, quien, junto con Marleny Jaramillo, agradecieron verlo con vida, porque les dijeron que había muerto.
Después de Balbín, los socorristas salvaron a William Rivera, un indígena de 16 años, quien también subió al bus en El Siete, en compañía de su cuñado, Saúl Sintúa, y su pequeña de un mes y doce días, quien se presume es uno de los dos cuerpos rescatados en la jornada.
Al final de la tarde, los organismos de socorro habían logrado el rescate de 10 personas heridas (Adis Mercado, Camila Andrea Echeverry, Óscar Carvajal, María Mercado Castilla, Virgilio Montoya Zapata (conductor), Oliver Cortés, Jorge Córdoba, Juan de Dios Balvín, y William Rivera y Jhon Chacón. Además, los cuerpos sin vida de 6 personas (aún sin identificar).
Una tragedia anunciada
Por otra parte, las directivas de Rápido Ochoa descartaron de tajo que el bus hubiera presentado alguna falla mecánica y con informe en mano, mostraron los resultados de la última revisión realizada al vehículo el pasado 23 de enero y el cual confirma el buen estado de éste. “Nuestros vehículos tienen revisión periódica y constantemente estamos capacitando los conductores, además el conductor de este bus era un empleado con experiencia de 16 años y conocedor de la trocha.”, aclaró Óscar Echeverri Palacio, gerente de Rápido Ochoa, quien agregó que esta compañía había contratado una investigación para esclarecer hasta el más mínimo detalle.
A su vez, el dirigente manifestó que tenían lista una carta dirigida al ministro de Transporte Andrés Uriel Gallego, en la cual le manifestaban su preocupación por el estado actual de la vía a Quibdó y le solicitan al Gobierno Nacional una intervención inmediata en la misma. “La semana pasada hicimos un video, que adjuntamos a la carta y que muestra las malas condiciones de esta carretera y evidencia que la vía es absolutamente intransitable, por eso creemos que la causa del accidente se deba a esa situación”, concluyó Echeverri Palacio.
Para hoy…
Con la ayuda de los helicópteros Ángel y M 16 continuarán las labores de rescate el día de hoy. Buzos, lanchas y un sin número de personas entre Policías, defensa civil, bomberos, Cruz Roja están dispuestos para las labores desde las 6:00 de la mañana.
Sin embargo, el panorama no es muy alentador, pues el caudal del río se llevó por lo menos a la mitad de los ocupantes del bus, y de ellos no se tiene rastro. Otros aun yacen muertos en el lugar y quienes estaban con vida lo lograron porque el bus al caer al abismo los sacó de su interior.
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