El canciller Jaime Bermúdez, afirmó hoy que el Gobierno de su país está dispuesto a ser generoso con aquellos que decidan abandonar las armas, aunque sin aflojar la presión militar sobre la guerrilla con el objetivo de lograr la libertad de todos los secuestrados.

Bermúdez, que concluye hoy su visita a España dentro de una gira que le ha llevado por cinco países europeos, señaló que el Gobierno de Colombia actuará con toda «la fortaleza para combatir militarmente mientras persistan los actos de terror», pero también, con toda la «generosidad» para quienes se decidan a «dejar las armas».

El canciller, uno de los hombres más próximos al presidente Alvaro Uribe, subrayó en un encuentro con la prensa que desde el Gobierno «siguen abiertas las puertas para explorar opciones».

Jaime Bermúdez insistió en la necesidad de buscar «alternativas de paz», que permitan, con ciertas condiciones, ofrecer «algún tipo de incentivo» que motive a las personas que empuñan las armas a regresar a la democracia.

La visita del canciller colombiano a Europa se produce la misma semana en la que las FARC han puesto en libertad, de forma unilateral, a seis rehenes, en un operativo humanitario.

«Las FARC han tenido en condiciones infrahumanas» a los rehenes, dijo el ministro, para añadir que esos secuestros constituyen un «crimen de lesa humanidad» y exigió la liberación inmediata de todos los retenidos por la guerrilla.

Casi un año después de que Colombia y Ecuador rompiesen relaciones diplomáticas tras el ataque colombiano a un campamento de la guerrilla de las FARC en territorio de Ecuador, en el que murió el portavoz internacional de las FARC, «Raúl Reyes», el canciller señaló que el Gobierno colombiano ha mostrado su «disposición a normalizar estas relaciones».

No obstante, advirtió de que es «fundamental que haya prudencia y discreción» en las declaraciones públicas, al tiempo que abogó por lograr mecanismos eficaces de cooperación entre los dos países en distintos ámbitos, como el académico, el cultural o empresarial.

Bermúdez subrayó que la única forma de que «Colombia y el mundo entero» se puedan librar del terrorismo es que la comunidad internacional actúe de una de manera «concreta y eficaz», no sólo que cada país evite la presencia de terroristas en sus fronteras, sino también que en términos políticos no se justifique «de manera alguna» a grupos terroristas.

El canciller se refirió a las «excelentes» relaciones de Colombia con Venezuela, así como con Brasil, a quien agradeció su colaboración logística en la liberación de los últimos rehenes.

Además, destacó el «peso específico» de la economía de este país en la región y de su presencia en organismos multilaterales.

Respecto a las relaciones con la nueva Administración estadounidense, señaló que Colombia aspira a firmar un acuerdo de Libre Comercio (TLC) no sólo por razones económicas, sino también políticas, «porque -dijo- cada centímetro que abramos a la inversión legal, al comercio legal o al turismo, es un centímetro que le arrebatamos al narcotráfico y al terrorismo».

Por último, definió la relación de Colombia con España como «muy importante» y «agradeció» a este país el apoyo prestado en la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y la violencia, ámbitos en los que Colombia aspira a poder trabajar de forma eficaz.

El canciller, que hoy regresa a Colombia, firmó este jueves con su colega español, Miguel Angel Moratinos, un acuerdo que permitirá a los colombianos con residencia legal en España votar en las elecciones municipales.

Según fuentes diplomáticas colombianas, en España residen de forma legal unos 265.000 colombianos.

Autor: EFE