El Presidente de Ecuador,  Rafael Correa, implantó el estado de excepción eléctrica en todo el territorio nacional por sesenta (60) días, con el objeto de garantizar la continuidad y suministro del servicio de energía eléctrica, anunció hoy la oficina de prensa de la presidencia de la República.

“Esta declaratoria del estado de excepción se funda en que una indisponibilidad de generación de energía eléctrica por razones climáticas significaría una afectación importante a la producción, productividad, transporte, seguridad ciudadana y, en general, en la calidad de vida, lo que provocaría una grave conmoción interna”, argumenta el decreto 124 firmado por el mandatario.

El decreto además dispone que el Ministerio de Finanzas dispondrá de inmediato los recursos económicos a fin de garantizar las importaciones de combustible que sean necesarias, para la normal operación de todas las centrales termoeléctricas y autoproductores del país hasta superar la crisis. “Las compras de combustible deberán hacerse de manera oportuna y eficaz, a través de PETROECUADOR, pudiendo, para el efecto, utilizar fondos públicos destinados a otros fines, excepto los correspondientes a salud y educación”, determina el decreto gubernamental.

Las termoeléctricas ecuatorianas general alrededor del 30 por ciento de la energía que consume el país.

Ecuador es sometido desde el jueves pasado a continuos y escalonados racionamientos de energía eléctrica en virtud al largo estiaje (ausencia de lluvias) que soporta la zona austral del país, donde esta ubicada la principal central de Paute que genera el 35 por ciento de la electricidad y que en la actualidad opera solo al 20 por ciento.

Los apagones que soporta el país han desencadenado el descontento general de la industria, el comercio y la ciudadanía que se queja de que el gobierno en los tres años que lleva no ha tomado medidas para superar la crisis. Hace 12 años Ecuador no era sometido a racionamientos de energía eléctrica.