La Procuraduría le pidió al Consejo de Estado mantener la investidura del Senador, Manuel Enríquez Rosero, la cual fue demandada por un supuesto tráfico de influencias y violación al régimen de incompatibilidades.
El delegado del Ministerio Público, Gilberto Castro, aseguró que no existen elementos probatorios que demuestren alguna irregularidad cometida por el parlamentario como funcionario legislativo.

«La demanda en contra del Senador no está llamada a prosperar porque no existen pruebas que lo comprometan con tráfico de influencias, por lo que le pido a los magistrados que nieguen la acción», explicó el Procurador delegado.

Por su parte, el congresista no pudo evitar que se le cortara la voz al momento de dirigirse a los magistrados para pedir por un fallo a su favor.

«Todo este proceso me ha causado un daño irreparable. Todo lo que he hecho es servir con dedicación a mi departamento. No sé quien está interesado en hacerme daño, pero espero que todo acabe muy pronto», puntualizó el congresista.