Internacional

Seguridad Nacional de EEUU se reunirá con Congreso para explicar aumento de tropas para Afganistán

Las cabezas del equipo de seguridad nacional del presidente Barack Obama se dirigirán el miércoles al Congreso para responder las preguntas de los legisladores escépticos sobre la ampliación de la guerra en Afganistán a través del envío de 30.000 efectivos más.

El incremento de las muertes en combate y los costos militares han minado el apoyo público a una guerra que ya lleva ocho años, y el incremento de tropas fue recibido con críticas por los líderes liberales de su Partido Demócrata de cara al 2010, año de elecciones legislativas.

En su discurso televisado del martes, Obama dijo que el objetivo de aumentar la cifra de soldados a casi 100.000 es reforzar la lucha contra el talibán, asegurar centros clave y entrenar a las fuerzas afganas para que puedan asumir el mando, allanando la vía para una salida de las tropas estadounidense.

Se espera que también las naciones aliadas envíen más soldados, y Obama dijo que «la seguridad común del mundo» está en juego.

El compromiso de Obama de comenzar a retirar las tropas estadounidenses después de 18 meses, en tanto las condiciones en terreno lo permitan, podría ayudarlo a contener la rebelión entre los demócratas.

Pero la fecha de comienzo de la retirada, julio del 2011, fue rápidamente condenada por los republicanos que, aunque críticos de la revisión de estrategia de Obama que se extendió por tres meses, estuvieron de acuerdo con su decisión final de apoyar a los 68.000 soldados estadounidenses ya instalados en la zona de guerra.

«Todos los estadounidenses quieren ver que nuestras tropas dejen Afganistán tan pronto como sea posible luego de completar exitosamente su misión», dijo el representante Howard McKeon, el republicano de más alto rango de la comisión de servicios armados de la Cámara baja.

«Pero queremos que la reorganización se base en los eventos y condiciones sobre el escenario de guerra (..) y no en el reloj político de Washington», agregó.

Los republicanos sostienen que los cronogramas de retiro sólo envalentonan a los talibanes y socavan el apoyo para los gobiernos apoyados por Washington en Afganistán y Pakistán.

Comisiones claves del Congreso fijaron audiencias consecutivas el miércoles y el jueves para analizar la estrategia revisada de guerra de Obama, que se estima costará 30.000 millones de dólares este año fiscal.

Como comandante en jefe, Obama tiene la autoridad para enviar los soldados, pero el Congreso debe aprobar el costo.

La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, el secretario de Defensa, Robert Gates, y el almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, se presentarán ante la comisión de servicios armados del Senado a las 09.00 hora local (1400 hora GMT).

Luego se presentarán ante la comisión de asuntos exteriores de la Cámara de Representantes a las 13.30 hora local (1830 hora GMT).

El general de Ejército Stanley McChrystal, comandante de las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán que recomendó el envío de 40.000 efectivos adicionales, dará testimonio la próxima semana.

Gates y Mullen explicarán a los legisladores cómo el Pentágono planea acelerar los despliegues, dijeron funcionarios.

Los mayores movimientos de tropas posiblemente comiencen en enero y todos los 30.000 efectivos adicionales estarían desplegados para fines de agosto, un cronograma mucho más reducido que el que habían previsto las autoridades del Pentágono.

Se espera que otros miembros de la OTAN comprometan entre 5.000 y 7.000 efectivos más, aunque algunos de ellos ya están desplegados como parte del contingente de 42.000 soldados de la alianza.

Tanto entre republicanos como demócratas los crecientes costos de la guerra han tomado el centro del escenario por el malestar acerca de la deuda nacional de Estados Unidos, de casi 12 billones de dólares, y las demandas sobre el Gobierno por ayuda para la vacilante economía y una propuesta reforma de salud.

«El costo de esto es astronómico», dijo el congresista republicano Walter Jones.

El congresista Dave Obey, que preside la comisión de la Cámara a cargo de aprobar el gasto del Gobierno, dijo que un compromiso bélico de largo plazo en Afganistán podría costar de 500.000 millones a 900.000 millones de dólares durante la próxima década, lo que «consumiría nuestra capacidad para pagar las acciones necesarias para reconstruir nuestra propia economía».

El demócrata Obey ha propuesta una sobretasa por la guerra para pagar los costos del conflicto. Pero un incremento impositivo es improbable, especialmente con las elecciones legislativas de medio mandato programadas para el próximo año.