El capo mexicano de la droga Arturo Beltrán Leyva, uno de los hombres más buscados por la justicia de su país y de Estados Unidos, murió en un tiroteo con fuerzas de seguridad el miércoles por la noche, en una victoria para el Gobierno y su combate al narcotráfico.
Beltrán Leyva, jefe del cártel del mismo nombre, uno de los más violentos de México, fue ultimado junto con cuatro sicarios de su organización en un lujoso complejo de departamentos de la ciudad de Cuernavaca, unos 80 kilómetros al sur de la capital del país, detalló la Secretaría de Marina en un comunicado.
La redada fue producto de una operación de inteligencia de varios días, dijo a la cadena Televisa José Luis Vergara, un portavoz de la Secretaría de Marina, y agregó que más tarde en el lugar fueron hallados otros dos presuntos sicarios muertos.
«Hoy con el resultado que hemos entregado al pueblo de México creo que está comprobado lo que teníamos», sostuvo.
Beltrán Leyva, que se hacía llamar el «jefe de jefes», manejaba con sus hermanos la organización, que nació de una escisión del cártel de Sinaloa y es acusada en Estados Unidos de introducir toneladas de cocaína.
Decenas de infantes de marina que bajaron de varios camiones tomaron por la noche las calles de Cuernavaca, una ciudad de descanso para muchos capitalinos, mientras se escuchaba un intenso tiroteo y helicópteros sobrevolaban la zona, según imágenes transmitidas por Televisa.
Beltrán Leyva fue un importante miembro del poderoso cártel del Sinaloa, pero abandonó sus filas tras el arresto de su hermano Alfredo «El Mochomo» en enero del 2008, que fue visto como una traición por parte del líder de esa organización, Joaquín «El Chapo» Guzmán, el hombre más buscado del país.
Desde entonces, Arturo y sus otros tres hermanos rompieron con el cártel y le declararon la guerra a Guzmán, tomando el control de rutas de narcotráfico en el centro y sur del país.
En una de esas batallas murió uno de los hijos de Guzmán.
Los Beltrán Leyva se aliaron con el cártel del Golfo, el archienemigo de Guzmán, y su temido y violento brazo armando «Los Zetas».
El cártel de Sinaloa sigue siendo comandado desde las sombras por Guzmán, prófugo desde que escapó en el 2001 de un penal de alta seguridad dentro de contenedores de ropa sucia.
¿VICTORIA EFIMERA?
La muerte de Beltrán Leyva -sobre quien pesaba una recompensa de 2.4 millones de dólares en México- es una victoria para el presidente Felipe Calderón, que lanzó una cruzada contra las drogas poco después de asumir en el 2006.
A pesar de que el mandatario envió decenas de miles de soldados y policías federales a distintos estados, la guerra entre los cárteles no ha cesado y desde entonces unas 16,000 personas murieron por la violencia desplegada por las organizaciones en su lucha por las rutas de narcotráfico.
«Es una victoria para Calderón en el corto plazo, pero las plazas se llenan muy rápido y vamos ver al cártel de Sinaloa intentar recuperar los territorios de Morelos, Guerrero y la Ciudad de México. Y eso quiere decir más violencia», dijo el analista de seguridad Alberto Islas.
«Morelos era un estado donde el señor Beltrán Leyva tenía protección institucional y se tenía que meter alguien totalmente externo, que es la Marina, para poder romper su cerco de seguridad», agregó.
Beltrán Leyva, que logró eludir una redada para capturarlo en mayo del año pasado, contaba con la protección de policías corruptos en la capital mexicana y en estados aledaños, y se movía con libertad entre mansiones y departamentos de lujo, de acuerdo con especialistas.
Beltrán Leyva fue acusado en agosto en Estados Unidos junto a Guzmán de introducir unas 200 toneladas métricas de cocaína y grandes cantidades de heroína en las últimas dos décadas. Y también de contrabandear unos 5,800 millones de dólares en efectivo.
(Con información de Reuters)