En un hecho calificado de histórico, Bogotá recibió el 2010 con un balance de cero personas quemadas o heridas por culpa de la pólvora durante las fiestas de Año Nuevo.

Por si fuera poco, los lesionados por esta causa en toda la temporada navideña se redujeron un 50 por ciento frente al año anterior: de 26 a 13.

Ambas cifras fueron divulgadas ayer por el alcalde (e) de Bogotá, Héctor Zambrano, quien celebró especialmente la buena noticia del 31.
«Es el resultado de un trabajo arduo y consolidado de muchos años, del compromiso de los alcaldes y, además, refleja el buen comportamiento que vienen asumiendo los ciudadanos en esta materia», aseguró Zambrano.

Desde 1995 -por orden del entonces alcalde Antanas Mockus-, en Bogotá está prohibido el uso, la manipulación y la venta de pólvora y solo se permiten espectáculos pirotécnicos bajo la coordinación de expertos.

La medida ha dado resultados, pues antes se contabilizan hasta 262 quemados en Navidad en Bogotá.

Pero, este año se le adicionó a esta restricción un ingrediente que pudo haber contribuido a la ausencia de quemados en la noche del 31, y fue la prohibición de las autoridades a la venta de pólvora en el vecino municipio de Soacha (Cundinamarca). Cada año, según Zambrano, más municipios de la Sabana siguen los pasos de Bogotá.

De los 13 quemados en diciembre en la ciudad, ocho fueron menores de edad. La mayoría de los afectados (46,2 por ciento) residía en las localidades de Bosa y Kennedy.

No obstante, no se descarta que en las próximas horas pueda aparecer un caso que no haya sido reportado oportunamente por los familiares de las víctimas, aunque las autoridades confían en que esto no ocurra.