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41 peregrinos chiítas en Irak mueren por mujer bomba

Una suicida con bomba se inmoló el lunes en medio de un grupo de peregrinos chiítas en las afueras de la capital iraquí, provocando la muerte de al menos 41 personas, informaron fuentes de seguridad.

Irak está tratando de dejar atrás años de bombardeos y asesinatos sectarios mientras busca afianzar los logros en seguridad conseguidos en los últimos dos años y modernizar el sector petrolero que le da al país casi todos sus ingresos.

El ataque con bomba ocurrió mientras miles de peregrinos chiítas colmaban las calles para el comienzo de una ardua travesía a la ciudad sureña de Kerbala, a 80 kilómetros al sudeste de Bagdad, para el ritual religioso de Arbain.

Una fuente del Ministerio del Interior y un funcionario de la policía dijeron que 41 personas murieron y 106 resultaron heridas en lo que informaron fue un ataque contra una carpa donde los peregrinos reciben agua y alimentos.

El portavoz de la oficina de seguridad en Bagdad, mayor general Qassim al-Moussawi, dijo que el ataque ocurrió en medio de una multitud y que 19 personas murieron, con 80 heridos.

El ataque sucedió mientras el país se prepara para celebrar elecciones en marzo, cuando se espera que el Gobierno del primer ministro, Nuri al-Maliki, tome fuertes medidas de seguridad y lance una serie de acuerdos petroleros que ubicarían a Irak entre los tres mayores exportadores de crudo del mundo.

Actualmente es el productor número 11.

Es probable que se produzcan más ataques durante el período religioso y antes de las elecciones debido a que grupos sunitas tratan de minar el Gobierno chiíta de Maliki.

Millones de chiítas de Irak, Irán, Bahrein y otros países han desafiado la amenaza de ataques suicidas desde la invasión liderada por Estados Unidos que derrocó el Gobierno de Saddam Hussein para visitar los sitios sagrados iraquíes.

La festividad de Arbain implica la realización de 40 días de duelo por Hussein, el nieto del profeta Mahoma, quien murió en una batalla en Kerbala en el siglo VII. Cientos de miles de peregrinos, golpeando sus cabezas y pechos en un ritual de duelo, llegan a la ciudad para el evento.

Muchos caminan cientos de kilómetros. La celebración de Arbain fue alguna vez suspendida, como otros acontecimientos chiítas, bajo el mando de Saddam.

Cientos de miles de soldados y policías fueron desplegados para proteger a los peregrinos y también alrededor del santuario del imán Hussein en Kerbala. Pero supuestos extremistas sunitas, que ven a los chiítas como apóstatas, todavía logran filtrarse.

(Con información de Reuters)